Vicente Romero: «La junta militar tuvo muchas complicidades….»


La junta militar tuvo muchas complicidades en la sociedad civil”

Vicente Romero es periodista y corresponsal de guerra español. Realizó diferentes coberturas durante la dictadura militar. Fue testigo en los juicios contra el sacerdote Cristian Von Wernich y el ex capitán Adolfo Scilingo. En 2008 publicó El Alma de los Verdugos junto al ex juez Baltasar Garzón, donde ambos recopilaron testimonios inéditos de víctimas y de represores argentinos. Entre otros temas, el libro que tiene un prólogo del Premio Nobel de Literatura José Saramago, analiza el comportamiento de la sociedad argentina durante el gobierno de facto.

¿Qué actitud recuerda tomó la sociedad argentina durante la última dictadura militar?

La actitud de no querer saber lo que sucedía porque era muy difícil no saber lo que estaba ocurriendo. Cuando en la televisión salían anuncios como aquél en el que el mensaje final era si ve algo, si sabe algo llame, era algo así como “denuncie a su vecino”. Todos sabíamos cuando estábamos en una cafetería y de repente sonaba un pitido y los soldados te encañonaban, te ordenaban a poner las manos encima de la mesa, se llevaban a quienes querían y cuando se marchaban la gente continuaba tomando café. Nadie hablaba de lo que había ocurrido. He visto detener a un muchacho en la calle Florida en pleno horario comercial, cómo se lo llevaron encañonado y la gente seguir haciendo sus compras.

Entonces… ¿hubo un sector de la sociedad argentina que se benefició con esa situación?

Hubo un sector de esa clase poderosa que estaba siendo beneficiada por el sistema económico ultraliberal impuesto por los militares, que es por lo que se dio el golpe. Lo único que le preocupaba era la plata dulce, el poder consumir cada día más.

¿Nunca se juzgó a civiles?

La Junta Militar tuvo muchas complicidades en la sociedad civil. Después nunca se ha querido mirar cuales fueron esas complicidades, que empiezan con las corporaciones financieras, que se beneficiaron o que fueron creadas durante la dictadura militar. Nunca se ha investigado ni acusado a los civiles implicados. Baltazar Garzón pidió la extradición de 40 individuos el ultimo de esa lista era un civil, un abogado que se jactaba y jacta de “entrar a la Escuela de Mecánica de la Armada a dar una manita”. Tenia un apelativo militar, era el Capitán Vaca, y según Silingo participó con él, en uno de los dos vuelos de la Muerte. Este hombre no ha sido nunca molestado por la Justicia argentina. No estoy hablando de que se les juzgue, estoy hablando que se investigue no solo a este, sino a todo ese sector civil, que apoyó a la junta militar, a las empresas argentinas que se beneficiaron y sobre todo a los civiles que participaban en los allanamientos, en las detenciones, en las torturas, en las eliminaciones de prisioneros, ¿cómo puede ser que ningún juez los cite?

En 2008 publicó un libro con el ex juez Baltasar Garzón,El Alma de los Verdugos, ¿Cree que ellos tienen alma?

Ellos son personas perfectamente normales, no son locos, no son enfermos. Son solamente gente que profesa una ideología deleznable. Si queremos calificarlos de “enfermos”, tenemos que decir que son “enfermos políticos”, como son enfermos políticos los nazis. No nos puede extrañar. Un marino argentino puede ir a la Escuela de Mecánica de la Armada, dar picana eléctrica, torturar, asesinar y luego ser una bellísima persona con sus amigos, con su familia y con sus vecinos. Los verdugos militares no son una excepción. Son de la misma calaña que los verdugos económicos, que se sientan en las corporaciones farmacéuticas, a los que especulan con el precio de los alimentos, o a los altos dirigentes del Fondo Monetario Internacional.

* Vicente Romero es uno de los nombres destacados del periodismo español. Ha asistido a los principales acontecimientos mundiales de las últimas décadas. Como enviado especial de TVE, sus reportajes en ‘Informe Semanal’ y ‘En Portada’ le han hecho merecedor de premios tan importantes como Ondas Internacional, Víctor de la Serna, Cirilo Rodríguez, Bravo, Club Internacional de Prensa y una Medalla Mundial del Festival de Nueva York, entre otros muchos galardones.