Vacunas nacionales vs vacunas importadas


Vacunas nacionales vs vacunas importadas

El gobierno invierte 20 millones de dólares por año para abastecer al país en vacunas importadas, y un pequeño porcentaje es de producción nacional. La lucha de un grupo de científicos está en aumentar ese pequeño porcentaje. Con el miedo al virus del dengue, a la malaria, la fiebre amarilla y estos últimos días a la gripe porcina, la sociedad se va olvidando de las enfermedades que siempre existieron y que gracias a una vacuna nos olvidamos apenas nacemos. Pero no es tan simple como el pinchazo.Las Vacunas del Calendario Nacional de aplicación obligatoria son: la BCG (tuberculosis), Doble Adultos (tétanos-difteria), Triple Bacteriana (difteria-tétanos-pertussis), Cuádruple Bacteriana (difteria-tétanos-pertussis-H.influenza b), Sabin oral (poliomielitis), Doble Viral (sarampión-rubéola), Triple Viral (sarampión-rubéola-parotiditis), Hepatitis A y B. El Instituto Biológico de La Plata produce la BCG desde hace más de 35 años y tiene categoría de certificación de vacuna de referencia para América Latina y el Caribe y una certificación de la Organización Mundial de Salud (OMS). Sin embargo el organismo controlador argentino, que es Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica), no la aprueba por lo que la BCG argentina solo se puede distribuir en la provincia de Buenos Aires por una cuestión de regulaciones. Para el resto del país, el Ministerio de Salud de la Nación importa.Otro gran problema es que las vacunas importadas no presentan tantos resultados como las producidas nacionalmente. Las vacunas importadas traen antígenos, traen una cepa que es diferente a las regionales entonces la protección no es buena, la tos convulsa por ejemplo por esto mismo se calificó como una enfermedad re emergente. El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires junto con las provincias Tierra del Fuego y Neuquén, hizo pública una carta en la que detalla un aumento en el número de casos de tos convulsa. Es por esto que es importante usar una cepa regional y que esta vacuna se comenzara a producir en el país, particularmente en el Instituto Biológico de la Plata que ahora comienza a distribuir.El año pasado se resolvió finalmente el Plan Nacional de Medicamentos, Vacunas y Productos Médicos, bajo la legislación de la Ministra Graciela Ocaña. Éste tiene como objetivos la mejora en las instalaciones de los laboratorios deProducción pública de medicamentos así como también las funciones administrativas.Daniela Hozbor, Investigadora y profesora de la Universidad de La Plata, dirige la producción de la vacuna de la tos convulsa. En diálogo con Medios Lentos explicó: “Hay recursos humanos y conocimiento, infraestructura hace falta. Se requiere dinero pero estarías ganando en independencia, en soberanía y en conseguir un insumo sin depender de políticas externas. Hay que tratar de integrar todo para volver a arrancar. La idea es empezar con estas vacunas que en realidad son sencillas comparadas con otras vacunas pero requieren de este armado de la cadena productiva que después es similar para otras vacunas. Es un insumo básico que si o si se utiliza porque está dentro del calendario nacional de vacunación y es obligatorio. Implica también tener recursos humanos, utilizar el conocimiento que ya está, y se genera un mercado interno, porque hay toda una movilización de productos en el interior, y eso vendría muy bien.”Se presentó en la Cámara de diputados, el 25 de Septiembre del año pasado, un proyecto de ley caratulado como “Mecenazgo para la Investigación científico-tecnológica” que tiene por objeto estimular e incentivar la participación privada en la financiación de proyectos que desarrollen las ciencias básicas y sus aplicaciones tecnológicas. El Grupo de Gestión de Políticas de Estado en Ciencia y Tecnología, que cuenta con la adhesión de más de 16 mil personas y 89 instituciones de ciencia y tecnología, presentó un comunicado que denunció: “Las cosas claras, si hay un mecenas es el sector público que recibirá una cantidad menor de dinero por parte de los futuros «mecenas/ benefactores» ya que éstos, debido a sus «donaciones» para «apoyar a la ciencia», serán compensados con beneficios fiscales. En verdad lo que se promueve son los beneficios que va a recibir el sector privado por su «inversión» en ciencia y tecnología. Finalmente, en el proyecto de ley no se plantea ni se contempla el desarrollo de proyectos que resuelvan problemas estratégicos o sociales de envergadura, o problemas estructurales del mismo sector, que podrían constituir ejes fundamentales en el desarrollo. Más aún, de eso no se habla.”Martín Istúriz, investigador superior de Conicet e integrante del Grupo de Gestión desde sus comienzos, explicó los problemas de las distintas vacunas del calendario nacional: “En el caso de la BCG hay intereses por todos lados de que esto no salga, porque es un mal ejemplo. La vacuna BCG no es ni siquiera negocio para las empresas privadas pero sería un punto de partida, un mal ejemplo que salga. Porque encima esta la doble, con la que pasa lo mismo que con la BCG, incluso se podría exportar toxina tetánica, y distérica, que son las que componen la doble, y no se hace a pesar de que se produce en dos lados en el Instituto Malvrán, y en el Instituto Biológico de La Plata, y se siguen importando las vacunas”. Además Istúriz agregó:  “Nosotros planteábamos que un desarrollo de la doble era absolutamente necesario, con una razón simple. La vacuna triple que es la otra que se importa, esa no se produce en el país, pero es la doble más un agregado más, que es una bacteria más. Nosotros enviamos dos informes al ministerio avisando ese tipo de cosas, entonces la doble era necesaria para desarrollar la triple. Bueno no tuvimos ninguna respuesta del ministerio nacional, no se tomo ninguna determinación respecto a esto, no se hizo absolutamente nada, es un caso muy claro”.Al igual que Hozbor, Istúriz remarcó sobre las vacunas: “Sale más barato hacerlas que comprarlas, es una cuestión de soberanía, de independencia del poder para una tarea tan necesaria como es cuidar la salud pública contando con recursos genuinos. El costo para acondicionar los laboratorios para las dos vacunas es de 2.300.000 pesos. A nivel de un presupuesto nacional es nada.”  AutorPor Daniela Raschcovskydaniela@medioslentos.com