Tratado para periodistas honestos


Tratado para periodistas honestos

La verdad en la Sociedad de la Información. Dificultades para hallar una definición.Tiene razón Sebreli cuando escribe que la terminología actual en el lenguaje cotidiano del hombre común pero también de los profesionales (entre ellos comunicadores y periodistas) utilizan palabras equívocas que no concuerdan con la realidad que pretenden designar. Términos distorsionados utilizados en sentido amplio, vago, incierto, que ya no es posible saber bien qué es lo que significan.Resulta un todo complejo hablar de verdad sin asociar el término con objetividad, manipulación, construcción, independencia, neutralidad, naturalización, percepción, influencias, libertad… poder.La verdad en los sistemas de comunicaciónLo que se escriba está inspirado en la producción industrial de la cultura. Desde la lógica de generar recursos económicos, a veces, la verdad tal como en tiempos de guerra, es la primera víctima.Hablar de un público implica en este caso la existencia de uno o varios medios. Usaremos el plural aunque las generalizaciones implican un riesgo. Los medios suelen mentir esgrimiendo sus verdades cuando sin usar este término hacen gala de su objetividad, imparcialidad o independencia. En este sentido Pérez Gaudio advierte que los poseedores de los medios de comunicación podrán creer que ejercer el poder de manejar informaciones les da derechos pero nunca derecho alguno que le haga presumir que por ello adquieren posesión de la verdad.La construcción de la verdad.¿Qué es la verdad? Podríamos decir, con temor de equivocarnos, que la verdad es una construcción.¿Qué/quiénes intervienen en la construcción de la verdad? Deben existir múltiples elementos y agentes sociales. Citaremos sin embargo, unos pocos al no ser éste un tratado sobre la verdad, sino sólo una reflexión .Y no sólo citaremos unos pocos, sino que además por cuestión de espacio, no profundizaremos. Remitiremos, en cambio a analizar cómo influyen en la acción de “creer” aquellas instituciones que cita la Escuela Latinoamericana de comunicación como mediadoras en el conocimiento: la escuela, la iglesia, la familia, a las que se suman los medios de difusión.La influencia de los medios en la construcción de la verdad.Suele hablarse de opinión pública como la opinión en la que coincide la mayoría y hay una tendencia a reconocer como tal a lo que Cossio llama opinión del público. Para Deutch, la opinión pública es una construcción a modo de cascada que contiene a las elites económicas, sociales o políticas, a los medios de difusión, a los líderes de opinión y a la opinión del público. Siguiendo este modelo, la verdad expresada, la verdad en tanto opinión bien podría ser una construcción generada a partir de las voces que más presencia tienen en la prensa: las elites y los líderes de opinión.El camino más fácil: no creer en la existencia de la verdad.Para Saussure el punto de vista construye el objeto. Podríamos argumentar que no hay una sola verdad y que por lo tanto la existencia de múltiples verdades no aproximan a la verdad, pero no iremos por el camino menos sinuoso. En alguien hay que creer.En El miedo a la libertad Fromm prefiere desalentar el pensamiento que considera a la verdad como relativa y al concepto metafísico de verdad. Discute con aquellos que declaran que la verdad es algo enteramente subjetivo, casi un asunto de gustos y asegura que la búsqueda de la verdad se arraiga en los intereses y necesidades de los individuos y grupos sociales. Sin tales intereses desaparecería todo el estímulo de buscar la verdad. Siempre existen grupos cuyos intereses se ven favorecidos por la verdad y también hay otros grupos a quienes por el contrario favorece el ocultamiento de lo verdadero. Podríamos decir –concluye- que en la medida en que exista algún anhelo de verdad en los seres humanos, ese anhelo es fruto de la necesidad que se alberga en cada hombre de conocer lo verdadero.Galeano describió a la utopía como aquello que se aleja cuando el que la persigue da un paso y se vuelve a alejar a cada paso.Para eso sirve la utopía: para caminar.Tal vez con la verdad ocurra lo mismo. Quizás cueste alcanzarla, pero mientras se la busca se avanza.Ese es un desafío para los periodistas honestos, caminar hacia la verdad aun sabiendo que a cada paso dado tanto la verdad como la utopía se correrán. Ya las alcanzaremos.* Daniel Santachita es profesor universitario y unos de los periodistas más respetados y reconocidos del ambiente. Se presenta ante sus alumnos como un «arrepentido», «apocalíptico» y «no integrado». Santachita es una fuente de inspiración para las nuevas generaciones de periodistas que prefieren los cronopios a las famas.Quién mejor que él para inaugurar ésta página.Gracias maestro!