Restitución del hijo de Johana Gutiérrez.


El 10 de mayo de 2021 llegó a contactarse Gabriela López, Trabajadora Social, quien vive en Moreno. Estaba acompañando a Johana, una mamá que estaba cuidando a su hija en el hospital porque había sido víctima de un irresponsable que pegó un tiro al aire alcanzando esa bala a su hija.

Su familia materna estaba a cargo del pequeño hijo de 3 años y así Johana podía cuidar en el hospital a su otra hija.

Como suele pasar, Johana es catalogada de mala madre por su propia familia materna, que la acusa de irresponsable por no quedarse con el violento, que cuenta con 8 causas en la Fiscalía 5 de Moreno, debido las violencias ejercidas.

En febrero de 2021, este violento fue a buscar al pequeño hijo de Johana que estaba al cuidado de la abuela materna, quien le entrega el niño al padre a pesar de la orden de restricción.

Este hombre se acercó al Juzgado de familia Número 3 de Moreno a cargo de Dra. Silvia Mónica Báez

La jueza ordenó unas entrevistas en las cuales citan a la madre de Johana. En esas entrevistas la mujer argumentó lo mala madre que es Johana porque se la pasa afuera de su casa y no se queda con su expareja. A su vez, a Johana la llamó por teléfono una psicóloga del juzgado cuando ella volvía del hospital, para entrevistarla 5 minutos en que dura la llamada. Eso bastó para que la jueza la considere incapaz de maternar.

Johana pasa muchas horas afuera porque paga alquiler, porque NO RECIBE CUOTA ALIMENTARIA, como el 90 % de las mujeres que se separan y no están protegidas por ninguna ley efectiva que las ampare a ellas ni a sus hijxs. No tienen dinero para pagar un abogado y no pueden perder tiempo. Además, denunciarlos es exponerse a mas violencias a ellas y a sus hijxs.

En el Municipio de Moreno, cuya secretaria es Lis Diaz, habían hecho un informe en equipo y con perspectiva de género, que daba cuenta de lo que contaba Johana pero que además había sido enviado al juzgado 3 de Familia.

Un equipo interdisciplinario había evaluado a Johana desde las denuncias que había hecho por violencia y la misma no tenía ningún impedimento en estar a cargo de la crianza de sus hijxs. Es por esto que nos contactamos con la Lic. Carla Zocco, el Doctor Marcos Tenuto,  Organismo de niñez y adolescencia de la provincia de Buenos Aires, cuya Directora ejecutiva es Andrea Balletto, poniéndolos en conocimiento de dicha situación. Así fue cómo se puso en marcha todo un mecanismo para restituir los derechos del niño.

Hizo falta que tomáramos contacto desde Red Viva, que Gabriela López viviera 3 meses al lado de Johana, acompañándola y batallando con todxs, incluso al defensor de Johana, a respetar los derechos de la víctima. Gabriela se presentó como acompañante emocional en el juzgado de familia y no la dejaban ingresar, pese a que la ley es clara: la ley 26.485 sostenida en Convenciones Internacionales permite que se pueda actuar sin abogado (Art. 21 de la ley y su decreto reglamentario). La víctima de violencia de género puede ser asistida por una persona de su confianza (Art. 25)

El art. 25 de la Ley 26.485 dice: «Asistencia protectora. En toda instancia del proceso se admitirá la presencia de un/a acompañante como ayuda protectora ad honoren, siempre que la mujer que padece violencia lo solicite y con el único objeto de preservar la salud física y psicológica de la misma».

Todo lo que hizo falta para poner en duda la palabra de un Violento: Secretaría de La Mujer y Diversidad de Moreno, equipos Técnicos para Evaluar a Johana, y el Observatorio de víctimas de delito de Cámara de Diputados de Nación.

Johana deambuló tres meses, expulsada por todo el sistema, hasta que el Organismo de niñez y adolescencia de la provincia de Buenos Aires tomó conocimiento y realizando un trabajo fundamental, coordinado y en equipo. Dicho trabajo terminó ayer con la restitución del pequeño a las 22:19 de la noche.

Desde Red Viva, sosteníamos que niñez no esta en agenda, que las madres somos una subcategoría, porque nos patean de un lado a otro, para ver quien se saca más rápido el problema de encima.

Desde hace un mes, cuando nos reunimos con Niñez de provincia y nos manifestaron que estaban trabajando y que querían mejorar lo que había, decidimos apostar. Hoy, estamos convencidas de que con ese compromiso todo puede suceder.

Como decimos siempre, no romantizamos, pero hay con qué y nos sentimos esperanzadas. Desde el organismo tienen claro que la violencia machista mata no solo a las madres, sino que existe una violencia vicaria en este accionar.

Hoy el mundo de N es un poquito más justo, fue creído y protegido, hubo organismos y una red de contención que luchó día noche por eso. ¡El machismo está arraigado, hacemos falta todas, todos, todes!