“El vegano no es un hippie raro que está fuera de la sociedad”


DESTACADO Leandrto 99

Carla Fratelis es periodista, productora de radio y TV, tiene una vasta experiencia laboral, pero en este mano a mano con ML no le preguntamos nada acerca de los medios de comunicación. Carla tiene 29 años, a los 17 comenzó una dieta lacto-vegetariana y hace dos que es vegana. Da cursos de iniciación o de profundización en el veganismo y en esta nota nos cuenta que es, como se transmite y como se vive.

Algunos lo definen como una dieta, otros como un estilo de vida, vos lo vivís desde adentro, ¿Qué es el veganismo?
Lo primero que hay que aclarar es que  el veganismo no es un estilo o filosofía de vida, es simplemente el respeto hacia todos los animales humanos y no humanos. Ser vegano es respetar al otro, verlo como un igual, respetar sus derechos. El vegetarismo es otra cosa, porque es solo una dieta, los veganos comemos vegetariano estricto, o sea ni animales ni sus derivados. Esto es más que alimentación porque abarca la vestimenta, el entretenimiento, no usar productos testeados, tanto de maquillaje, como de limpieza. Ojo, también debe estudiarse cada  circunstancia, en el caso de una operación no podes negarte a una anestesia testeada. Aunque hay personas que son muy estrictas y lo hacen o que por ejemplo no toman Ibuprofeno.

Existen marcas que no testean, ni usan nada de origen animal, generalmente en los envases lo especifican.

Hay mucha desinformación con respecto a los derivados, uno tiene la imagen de la vaca, oveja o gallina feliz y poco tiene de cierto. Las gallinas están totalmente hacinadas poniendo huevos constantemente y los pollitos machitos son triturados vivos para realizar los famosos nuggets.

Las vacas están condenadas de por vida a procrear y tener enchufados cables para sacarles leche. Eso le genera mastitis, lo que es muy infeccioso y doloroso para ellas. La leche suele salir con pus y  sangre. Para contrarrestar eso la llenan de antibióticos y les sacan a sus bebés ni bien nacen, la famosa “carne de ternera”.

El veganismo no se limita a la alimentación, sino al entretenimiento, como por ejemplo la equitación que es una práctica que reduce al caballo a la esclavitud. Otro aspecto a tener en cuenta es la vestimenta: la seda son gusanos hervidos, a la oveja se la lastima mucho para obtener la lana.

Los cigarrillos suelen ser testeados en perros para ver cuanta tolerancia tienen frente a la nicotina y eso es algo que tampoco se sabe.

Y me parece importante aclarar que un vegano no es un hippie raro que está afuera de la sociedad, ni tampoco cree que es un ser elevado  o algo de eso. Somos todas personas y cada uno tiene sus falencias, fumar no es vegano y yo aún no lo pude dejar.

 Supongo que las empresas se encargan de que todo esto no llegue o no se reproduzca en los medios de comunicación masivos, entonces, ¿Cómo te enterás? ¿Cómo sabés qué producto es o  no vegano?
Hay mucha información en internet, en páginas de Facebook y cuando tenes la curiosidad te vas metiendo en un lugar y en otro. Pero de todas maneras, sino uno no tiene la posibilidad de comprar alguna marca exclusivamente vegana, cuando va al supermercado tiene que buscar la más barata que generalmente no testea porque copian formulas.

Y si compras el detergente de la marca del supermercado además de ser vegana, es más económica.

Buen punto, ¿Es cara una alimentación vegana?
Hay de todo. Hay lugares veganos para comer caros y otros que son muy baratos, como todo, pero también podes cocinarte o prepararte. Pongo el ejemplo: un litro de leche de vaca me sale diez pesos, con ese mismo valor de avena me preparo cerca de siete litros. Hay una diferencia. Con seis pesos de avena me hice un kilo de muzzarela vegana que fue solo ponerla al fuego con una cucharita de fécula de mandioca, de levadura, revolver y ya.

O sea que tenés que saber o aprender a cocinarte…
En un principio hay que aprender a cocinar, a menos que uno tenga la posibilidad de comprar comida hecha. Hay muchos emprendimientos de comida vegana.

¿Cómo fue esa primera instancia en la que comenzaste con una dieta lacto-vegetariana? ¿Qué te llevó a la transición al veganismo?
En mi viaje de egresados me toco cortar una milanesa, toparme con un tendón y justo además ver que estaba marcado con violeta y me di cuenta que eso había sido alguien y me dije: “basta para todos tipos de carnes y pescados”. Tuve idas y venidas porque por ejemplo, mi médico clínico me decía que me iba a morir mientras era lacto-vegetariana y cuando me hice vegana directamente me dejo de atender.

Un día llegué al proyecto La Revolución de la Cuchara www.revolucioncuchara.com.ar  conocí el  veganismo, y entonces deje la leche, regale toda mi ropa con cuero, lanas y seda. Lo que recomiendo es que no sea un cambio tan radical, como me pasó a mí, porque de repente entre a un mundo que no conocía del todo y por ejemplo, las personas me preguntaban y yo no sabía bien que responder.

Con respecto a lo social, ¿Te trajo algún tipo de inconveniente?
Como te dije, me hice vegana de un día a otro y me llené de videos y todo me parecía demasiado cruel. Si bien yo sabía cómo se mataba a un animal, no estaba tan empapada con respecto a los derivados y estuve un tiempo muy shockeada. Y al principio sí, no sabía si llevarme o no mi comida a determinados lugares, pero ahora ya todos me conocen y siempre voy con lo mío y para compartir. Inclusive, capaz que alguien prueba una pizza con queso vegano y le encanta.

Sé que si voy a un bar que no tiene comida vegetariana, me puedo pedir unas papas, una faina, pero lo manejo, no es grave. Al comienzo si, uno se hace vegano y quiere que todo el mundo lo sea.

Existe también una militancia más ortodoxa ¿no?
Hay personas más militantes, o más bien activistas, que son quienes ponen el cuerpo, van al zoológico para pedir que lo cierren porque no es lógico que un oso este ahí, de hecho hay un capítulo de Los Simpsons, donde Homero lleva a Bart y le dice: “ven a ver a tus amigos en prisión”. Ahí te das cuenta de la soledad y del sometimiento. Un elefante tiene que caminar y caminar y está dando vueltas en círculos. Son animales que son dopados y están en situación de neurosis. Pero es importante decir que esto no se trata de amar a los animales, sino de respetarlos. Los activistas se encargan de eso, de tratar de concientizar todo el tiempo a la sociedad.

¿De qué se tratan los cursos que ofrecés sobre veganismo?
Son para personas que están en transición al veganismo, iniciándose o para quienes buscan una vida más saludable. Alguno me puede criticar porque el veganismo no es para tener una vida más sana, sino por los animales. Pero a las personas hay que tratar de entrarles por donde se pueda. Lo que interesa es que no se maltrate al animal, algunos se preocupan por unos mismos, y entonces adquieren una dieta vegetariana y eso también suma. Otro aspecto es que es mucho mayor la cantidad de granos que se la da a la vaca para engordarla que lo que se puede comer de ella, entonces, al mantener una dieta vegetariana, se ayuda a reducir el hambre mundial.

Enseño mucho cuales son las bases para la cocina, que hay que tener si o si siempre guardado o mismo que se puede comer afuera, en un resto, en un kiosco.

Cuento que es el veganismo, que no se limita a la alimentación, sino al entretenimiento, vestimenta, testeo,  animales como recurso y demás.

¿El vegano repudia al que no lo es, o existe cierta tolerancia con quien, por ejemplo, come carne?
Yo particularmente no me creo superior al otro. Es cierto que en un principio veía con terror alguien que comía carne y no es así como funciona. Entendí que esto no existe desde que yo me hice vegana, sino desde hace tiempo. Hay quienes les gusta transmitir desde esa manera, criticando, pero a mi particularmente no me funcionó, me bloquearon de Facebook, de todos lados, y me di cuenta que de esa forma no ayudaba a nadie.

Tuve éxito cuando más amablemente empecé a llevar mi comida para compartir a quienes querían. En las redes sociales solo subo cosas que cocine o que llamen la atención o quizá invito a comer a casa amigos y al terminar me dicen: “wow, ¿es vegano?”.

A mí me resultó llegar a las personas desde un lugar así, tolerante. Pasa que a veces cuando uno sabe lo que está pasando  y en el afán de ayudar a los animales y que otro tome conciencia de eso dice las cosas de un modo poco amable. Si te digo: “sos un hijo de puta por comer carne”, vos pensas que soy una loca, no vas a entender mis mensajes y no va a servir de nada.