“Para construir un futuro más hermoso, sumergirnos en el pasado es fundamental”


“Para construir un futuro más hermoso, sumergirnos en el pasado es fundamental”

Tristán Bauer, titular de Radio y televisión Argentina (RTA) le contó a Medios Lentos, en una entrevista íntima y exclusiva, qué sintió cuando la presidenta lo convocó para ocupar el cargo, la exigencia y la felicidad con la que vive el día a día y hasta nos llevó a la época de su niñez, donde recordó cómo nació su pasión por el cine. A pesar de esto, tranquilo, se tomó su tiempo para responder.Vine a buscar al pequeño Tristán, lo que fue hasta ahora…Y, tendríamos que hablar de 51 años (contesta pausado sentado en el sillón de su despacho).¿Cómo era tu casa? ¿son once hermanos?¡Ah! Las mesas eran una verdadera maravilla, porque a medida que iban llegando  se iban agrandando  y no solamente por nosotros sino también por nuestros amigos.Mi casa era una casa abierta a todos, y así era como estábamos nosotros más los amigos de cada uno, de ahí que eran mesas gigantes. Recuerdo a mi vieja haciendo grandes comidas, sin límite, ya que mínimo éramos 10, 12 los que estábamos comiendo, y a mí eso me marcó mucho. El compartir con el otro, de atender a los más pequeños. Tengo un enorme agradecimiento a mi madre, por cómo nos formó y por haber tenido en suerte ser parte de una familia tan numerosa y tan abierta. Por otro lado, los despertares también eran despertares para ir a la escuela. Íbamos todos a la escuela pública y siempre aparecía también algún amigo por ahí. Todo muy bello, bellísimo.Era una casa enorme…Sí, en Mar del Plata teníamos una casa muy grande. Pero después, cuando nos vinimos a vivir para acá (Buenos Aires), no era tan así. Nos vinimos cuando yo tenía cinco años, después de fallecer mi abuelo.¿Tu mamá los quiso llevar por Italia?Cuando mi vieja cumplió creo que 57, 58 años, le diagnosticaron un cáncer irreversible (hace una pausa, suspira para contestar y sigue), frente a esa situación ella propuso un viaje, al que por supuesto todos la acompañamos. Ella es de familia italiana, así que era un viaje a sus orígenes. En total éramos 30 personas. Muchos de mis hermanos están casados, así que fue un viaje multitudinario. Allá contratamos un colectivo que nos fue llevando por los distintos pueblos en donde mi vieja tenía familia. Y el recuerdo más lindo que tengo es el de ir llegando a diferentes pueblos, donde nos esperaban nuestros parientes lejanos, algo muy fuerte, muy de tano. Después volvimos y al poco tiempo murió, así que esa fue su despedida. Ese recorrido lo guardaremos siempre en nuestra memoria.Qué temple el de tu mamá…Mi mamá era un personaje. Yo creo que ella era fundamentalmente madre.¿Cómo la recordás?Y, como una madraza que se hacía cargo de todos, siempre al lado de los más débiles, de los más chiquitos, del que estaba enfermo, acompañando mucho, muy generosa. Y agradezco esto de haberme criado en una casa abierta, multitudinaria y abierta a  los amigos. Eso indudablemente me marcó muchísimo.¿De dónde viene tu vovación por el cine?Cuando tenía 15 años, más o menos, leí en una biblioteca pública que daban una película italiana que se llamaba Milagro en Milán, dirigida por Vittorio De Sicca, uno de esos clásicos del neorrealismo italiano, y pensé “voy a venir a verla”. Hasta ese momento para mí el cine era un lugar al que iba con amigos  a divertirme, pero el blanco y negro de esa película me golpeó de una manera tremenda y dije “yo quiero hacer algo que se parezca a esto”. A partir de ese momento nunca tuve dudas de que mi oficio iba a ser ese. Así que terminé la escuela secundaria e inmediatamente me inscribí en la Escuela Nacional de Cine. Fue esa proyección la que me cambió la vida.También influyó el hecho de que en mi casa hubiera un proyector de 16 milímetros que era de mi abuelo (se toca la frente, hace una pausa, cambia la forma de sentarse y sigue), y con el que hacíamos algunas proyecciones. Además mi viejo traía copias de la embajada de Canadá y de Francia  y ahí fue que descubrí a Norman Mclaren. Me acuerdo cuando vi Crin blanca por primera vez, pero sé que el impacto fuerte y lo que me marcó definitivamente fue aquella tarde en que vi Milagro en Milán.¿Después dónde estudiaste?Aquella época no era como ahora, que es una profesión y un estudio tan difundido. Los argentinos tenemos la mayor cantidad de estudiantes de cine del mundo, cerca de 16.000. Por ese entonces éramos 40, nos conocíamos todos. El lugar oficial para estudiar cine era el Instituto Nacional de Cinematografía, para el cual había que rendir  un examen muy severo para entrar, y donde solamente aceptaban 25 personas, más allá de que se anotaran 300. Di el examen con la certeza de que no iba a entrar y mientras tanto  empecé a estudiar en una escuela privada que se llamaba “Escuela Panamericana de Arte”. Para mi sorpresa me fue bien en el examen e ingresé en la Escuela Nacional. Entonces hice dos carreras en simultáneo: la Escuela Nacional y la Privada. A la tarde iba al Instituto Nacional de Cine, y a la noche, los martes y los jueves (creo que era así) me iba a la Escuela Panamericana de Arte. Fueron años muy lindos, aunque duros por la dictadura, pero tenía toda la pasión puesta en el aprendizaje del cine y de la tecnología, que también me fascinaba.Relacionás el cine con la identidad, se nota en los reportajes que has dado. Además tus películas tienen un hilo conductor con la intelectualidad…No analizo mucho mi obra. Sí hay un hilo conductor en ellas y están muy marcadas por distintas figuras importantes de nuestra historia como argentinos y como latinoamericanos. Indudablemente estoy muy marcado por ella, me apasiona mucho, adentrarme en la memoria, profundizar en nuestra identidad (sonríe y se lo ve con ganas de contestar). Sí, hay un hilo conductor, hay una línea que tiene que ver con nuestra identidad. Me interesa mucho  y me interesó desde pequeño cambiar la realidad, me parece que la forma de hacerlo es sumergirte en tu propia historia, en tu propia memoria, y hacer un gesto o un análisis y buscar bisagras para cambiarla. Además, para construir un futuro más hermoso, sumergirnos en el pasado es fundamental. No creo en aquellos políticos, sobre todo los que dicen “hay que olvidar el pasado y construir el futuro”, el futuro se construye, como decía Atahualpa Yupanqui “y en nosotros nuestros muertos para que nadie quede atrás”.  El futuro se construye con los momentos de luces y de sombras que tenés vos como ser humano y que tenés vos como sociedad, como país, así que de alguna manera esto existe en mi cine.¿Cuándo tomaste conciencia de que eras el presidente de los medios públicos?Hace muy poquito me cayó la ficha, pocos meses te diría.Me imagino a un adolescente de 15 años, con mucha pasión, que llega a donde se propone, sin perder de vista de dónde viene y quien es. ¿Festejaste cuando “te cayó la ficha”?Bueno, no festejo, (sonríe, cambia nuevamente de posición en el sillón y contesta), de alguna manera me comprometo apasionadamente más con todo lo que estoy haciendo. Hubo un momento muy importante en mi vida, que fue cuando (Daniel) Filmus me convocó para hacer Canal Encuentro. Hasta ese punto mi obra era un trabajo en equipo, una construcción grupal, muy marcada por la mirada del director, ya que yo siempre encaré los proyectos de una manera muy apasionada y muy personal al mismo tiempo. Ahora bien, cuando Filmus me convoca empezamos a trabajar en un proyecto colectivo mucho más grande, y nace canal Encuentro. Una experiencia muy, muy bella, a la que le entregamos todo. A veces trabajar, trabajar y trabajar te impide el análisis, por eso cuando vos me hacés esa pregunta y te contesto “hace muy poco”, es porque fueron años muy intensos. Luego de Encuentro  asumí la inmensa responsabilidad de Canal 7 y de Radio Nacional, y de nuevo esa vorágine. Recién ahora puedo detenerme y darme cuenta del agradecimiento de la gente.¿Qué sentiste cuando te llamó la presidenta para llevar adelante tu gestión?Primero, te digo la verdad, le dije varias veces que no, porque por un lado sentía que me faltaba terminar de construir Encuentro, y las dificultades en canal 7 y en Radio Nacional eran demasiado grandes para mi manera de trabajar.  Yo era más individual y más de música, de cámara, de pequeña estructura, y  saltar a estos presupuestos y a estas grandes estructuras, los 60 años de historia de canal 7, todas sus dificultades me daban mucho temor. Hasta que un día tuve una charla muy profunda con la presidenta, a quien quiero y admiro muchísimo, y me convenció (se ríe), y dije bueno, mirá, vamos a hacer la prueba, hagámosla todos juntos, y bueno, hace 2 años y medio que estamos trabajando. Siempre le digo que me quiero ir y volver al cine, pero ella no me deja. Para  mí, sobre todo desde la muerte de Néstor, es un orgullo trabajar cotidianamente al lado de esta presidenta, que es una estadista. Vos hablabas de un momento histórico, yo creo que América Latina, no solamente la Argentina, vive un momento histórico extraordinario, y los argentinos tenemos la suerte de haber elegido a una presidenta, a una mujer de las características que tiene Cristina, con una agudeza, con una calidad, con una visión de país y visión de mundo extraordinario.Se está viviendo un hecho histórico en  los medios de comunicación…Sin duda. Yo tengo absoluta conciencia de esto, cotidianamente desde que me levanto hasta que me duermo.  Y eso de vivir un tiempo histórico me hace tener mayor responsabilidad y mayor vértigo,  porque me toca estar en un lugar de conducción, un lugar, a mí entender, extraordinario.¿Cómo lo vivís?Con mucha exigencia y al mismo tiempo con mucha felicidad este momento,  porque siempre creí que las cosas se podían cambiar, que la realidad se puede cambiar. He vivido muchos momentos donde parecía un solitario clamando en el desierto, y ahora al ver como las ideas se van transformando en hechos concretos, en obras concretas, como hay una verdadera transformación, me hace sentir muy exigido y muy feliz al mismo tiempo.Investigaste durante 12 añosla vida de Ernesto “Che” Guevara, ¿podrías hablar de los sabores del Che?Vos sabés que el de él es un perfil que no me dediqué especialmente a profundizar.  Le gustaba cuando le llevaban vino de Buenos Aires, o  tomar mate, pero su vida pasaba por la pasión de la revolución, era un hombre de mucha vitalidad. Le gustaba fumar esos habanos con los que uno lo ve en tantas fotos. Pero su vida no pasaba por el disfrute, sino por entregarlo todo por sus ideas de revolución.Medios Lentos nace en y con internet -una herramienta impresionante para nosotros- porque cubre gráfica, móviles, etc. ¿Qué te parece esta herramienta de comunicación?Es impresionante, una maravilla. Yo estoy sorprendido, la verdad es que es extraordinario lo que ha ocurrido. Vos me preguntaste acerca de mis orígenes, de cuando yo estudiaba cine. En ese entonces no existía ni siquiera el video. Las prácticas las filmábamos en película, en celuloide, la producción de una obra cinematográfica, de un corto, de un documental, de un largometraje era una tarea inmensa.  Y después era más inmensa la tarea de difusión, porque no había proyectores que no sean los cinematográficos. La computadora no existía, parece mentira ¿no?¿Esa fue tu generación?Esa era nuestra generación,  todo un esfuerzo muy grande. De esa situación a lo que pasa hoy, tanto en producción audiovisual, con estas pequeñas cámaras, las cámaras de fotos que filman, como en la distribución, para el compartir, hay un abismo. Además esta cuestión del emisor hiperpotente y el receptor ahí, que solamente está viendo o escuchando, y muchas veces estupidizado frente al mensaje, sumado a  lo que posibilita internet, este camino de ida y vuelta permanente, es una verdadera maravilla. Yo estoy sorprendido, lo vi nacer. Me acuerdo que cuando estaba haciendo Cortázar nacía internet y lo veíamos con fascinación.Pero si la concentración de los medios la tienen los grandes poderes…Si bien la concentración sigue siendo de los grandes poderes, esto se va a ir abriendo cada vez más hacia una democratización y hacia la posibilidad de nuevos espacios. A mí me genera emoción (hace una pausa y se lo ve exultante), todos estos nuevos medios me generan emoción, el cambio tan rápido, porque la palabra internet ahora ya es una palabra vieja, después apareció el Google, después apareció el Facebook, ahora aparece el Twitter, palabras nuevas que significan medios nuevos que van quedando envejecidos y a los cuales se les van sumando nuevas alternativas. Y entrar en toda esa dinámica y en todo ese sistema de comunicación me parece que es riquísimo. Aparte la convivencia, porque el cine va a seguir estando ahí, la televisión va a seguir estando ahí, la maravilla que es la radio va a seguir estando ahí, pero esto va a ir creciendo cada vez más como un sistema de comunicación para la humanidad, y es  riquísimo, apasionante, extraordinario.La transmisión del fallecimiento de Néstor Kirchner fue extraordinaria también…Sí, para mí fue muy triste porque a Néstor lo conocí cuando él era gobernador en Santa Cruz, hace mucho, y siempre tuvimos un vínculo muy marcado por el sentido del humor. No sé si él habrá sido así con todos. A mí me tocó trabajar más en la etapa de Cristina que en la de Néstor, pero siempre tuve encuentros con él. Cuando la iba a visitar a Cristina a Olivos siempre cruzaba algunos comentarios con Néstor, además de llamarme por teléfono. Y en todos estos años, todos estos largos años, siempre estuvo el humor muy presente (mira al piso melancólicamente), hasta cuando discutíamos cosas complejas y  difíciles. Entonces, para mí el dolor no está solamente en la reflexión del hombre de conducción fundamental que pierde Argentina, sino también algo personal  muy lindo.Como cineasta ¿qué imágenes te llamaron la atención?Como cineasta, las imágenes son muy fuertes siempre. Por eso, verla a Cristina, acompañando la despedida de su esposo, ese dolor y esa fuerza al mismo tiempo, ver que el ámbito era el Salón de los Patriotas de América Latina, y ver que ahí estaba Néstor, fue impactante. Además estaba presente Perón y estaba presente Evita, y estaba Yrigoyen, y estaba el Che, y estaba Salvador Allende, y estaban todos los grandes héroes de la independencia: San Martín, Bolívar, Tupac Amaru, José Martí… ver su dolor y simultáneamente ese desfile impresionante, popular, de gestos de cariño hacia Néstor, y pedidos de fortaleza hacia Cristina, fue emocionante. Para mí es una representación clara de lo que fue la vida de Néstor , despidiéndose como secretario de Unasur, todo lo que él hizo por esta unidad latinoamericana, todo lo que él hizo por cambiar la cultura argentina.¿Podés contarme alguna anécdota que recuerdes de él?Recuerdo que cuando estábamos haciendo Encuentro, un día me llama y me dice: “Tristán, lo importante es el cambio cultural”, nosotros venimos de un período que fue el triunfo de la cultura de la muerte en la dictadura. Después estuvo ahí el nacimiento de la democracia, pero rápidamente fuimos hacia la cultura del dinero, del individualismo, y ahora nos toca dar un salto cultural hacia la justicia, la equidad, hacia la hermandad con América Latina, la cultora de la vida, me dice (Néstor),  y me propone trabajar en esta línea desde Encuentro. Yo creo que él, y esto lo podemos ver luego de que muere, asumió  un rol protagónico en la historia nacional, ha trabajado muy fuerte para este cambio cultural y ha triunfado en ese sentido. Él recibió un país en un momento dificilísimo, en un abismo, a él le gustaba decir que estábamos en el infierno, pero culturalmente todavía marcado por el neoliberalismo, y en el momento que muere deja abierto un país que piensa en la equidad, que piensa en la solidaridad, hermanado con América Latina. Son las sociedades, pero también están los hombres que conducen, que marcan tan fuertemente la historia, que me parecen ejemplares. Yo voy a estar agradecido toda mi vida con Néstor.Evo Morales dijo que se sintió huérfano…Me encantó lo que dijo Evo. Él me ayudó mucho para la película del Che. Antes de que fuera presidente viajamos para aquél acto que hizo (Hugo) Chávez en Mar del Plata, en la Cumbre, en tren, y viajé sentado con él, con Evo. Él no era presidente y me sorprendió su humildad. Desde ese momento hasta hoy he tenido algunos encuentros, y recuerdo que cuando bajó del avión y dijo me siento huérfano, la verdad es que me hizo llorar Evito, una maravilla.¿Te viste reflejado a tus 15, 16 años en los miles de jóvenes que estaban en la plaza?Sí. Me parece que hay una recuperación de la participación en esta generación. Creo que ahora sí se abre un nuevo espacio, por esto de que todos tomamos conciencia que estamos viviendo un momento histórico, y siempre la participación de los jóvenes en la historia ha sido vital. Ojalá que toda esta energía de los jóvenes se canalice hacia el mejor de los lugares, que hoy es el lugar de la construcción cotidiana, y estoy seguro de que va a ser así. Aquél que dijo que “se cerraron dos ojos y se abrieron millones”, tenía razón. Tengo mucha esperanza de que esa participación de la juventud va a servir para hacer andar más rápido nuestra historia.Por otro lado a veces se crea la idea de los “jóvenes vagos, brutos”, que toman escuelas, aunque estén reclamando por sus derechos…Siempre los medios han querido victimizar y hacer daño, pero para mí este es un momento de construcción y del desarrollo de los espacios, que se van forjando, tanto en internet como en televisión, como en la radio, y hay que hacerlos crecer. Tenemos la inmensa suerte de tener una ley de medios, que es una ley de medios de la democracia y el marco regulatorio es fundamental. Ahora nos toca la inmensa tarea de hacer realidad ese nuevo mapa mediático, eso es la construcción cotidiana, y creo que  estos jóvenes, de los cuales vos hablás, tienen un espacio maravilloso.Cuestionario de Pivot:¿Cuál es la palabra que más te gusta?Esperanza.¿Cuál es la palabra que menos te gusta?Genocida.¿Cuál es el sonido que más te gusta?El del mar.¿Cuál es el sonido que menos te gusta?No hay sonidos que no me gusten.Si no ejercieras esta profesión,  ¿qué profesión tendrías?Cineasta.¿Creés en Dios?No, pero un “no”, no rotundo.¿En qué te creés medio lento?En toda mi actividad, a mí me gustaría ir muchísimo más rápido. Creo que hemos hecho cosas muy importantes, sobre todo desde que comencé a trabajar en canal Encuentro hasta hoy, pero hacemos todo con mucha lentitud. A mí me gustaría ir muchísimo más rápido.AutorLuciana Mazza Toimilluciana@medioslentos.com