No todo lo que brilla es éxito


No todo lo que brilla es éxito

Por Paola Di Pietro*La productora periodística de uno de los noticieros más vistos de la televisión creyó estar frente a una noticia de esas que conducen a una investigación con consecuencias judiciales y todo. Una de esas noticias cuya publicación finalmente cambia en algo una realidad dolorosa.Una mujer de poco más de veinte años, embarazada de seis meses, que estaba detenida en una comisaría de la Provincia de Buenos Aires bajo la sospecha de hurto, había perdido a su bebé durante la detención. Aseguraba haber sido golpeada por los uniformados. El cuerpo del bebé no aparecía.- ¿Me dijiste que estaba presa por haber robado?, preguntó el gerente de noticias.- Sí, estaba detenida, confirmó la periodista.Y como si fuera a revelar un gran enigma del periodismo, el gerente escupió en voz baja y con tono apesadumbrado:- Te voy a enseñar algo que te va a servir para tu carrera: lamentablemente nadie se identifica con una ladrona.Fin del asunto. El gerente de noticias del canal acababa de enterrar la única posibilidad de que el caso de esa mujer pobre, vulnerable, objeto de dos graves delitos pudiera llegar a la pantalla de la TV, y la periodista acababa de aprender una importante lección: la desaparición del cuerpo de un bebé no merece siquiera ser investigada si se trata del hijo de una posible delincuente. Este hecho no merecía formar parte de la sucesión de noticias que se agrupan bajo títulos como “Ola de inseguridad”, “El drama de una madre” o “Una vez más, la tragedia”. Las noticias –como concluyó también la periodista- son ofrecidas como un bien de consumo y deben adaptarse al supuesto gusto y sensibilidad de los consumidores. Gusto y sensibilidad que el gerente de noticias se atribuía conocer muy bien.Ni siquiera temían enfrentar el poder de la Bonaerense, ni siquiera temían poner en apuros a uno de los intendentes más oscuros del conurbano. El multimedio tenía el suficiente poder para ganar esa pulseada. Lo que verdaderamente lo movía a rechazar la propuesta era suponer que el episodio tenía un costado que podía ofender el sentido común del televidente de clase media que, almorzando frente al televisor, jamás se conmovería por el drama de una mujer que tal vez haya cometido un delito. No alcanzaría la imagen de la joven acariciando su vientre, con una cortina musical lastimosa como fondo y la voz de un locutor con tono melodramático. No alcanzarían los efectos especiales que se utilizan cotidianamente para apelar a la emoción del televidente. No alcanzarían porque la mujer que buscaba desesperadamente el cuerpo de su hijo era, tal vez, una ladrona.Cualquiera podría pensar que trabajar en uno de los noticieros más visto de la televisión argentina era una muestra indiscutible de éxito profesional. La voracidad por llegar a esos lugares que muestran los jóvenes que están formándose en la profesión muchas veces es producto de la falta de reflexión acerca de los objetivos o el sentido de la práctica periodística. Sin desconocer que siempre el ejercicio de la profesión se enfrenta a límites y condicionamientos se puede cuestionar la relatividad del valor de llegar a ocupar ciertos lugares de supuesto prestigio.A pesar del mensaje exitista que muchas veces circula por las aulas de las escuelas de periodismo, es preciso discutir qué se entiende por éxito. Se puede trabajar en el medio más consumido y sortear con mayor o menor eficacia los condicionamientos, pero no necesariamente eso representa ser un periodista exitoso. Si el éxito es definido como la posibilidad de que la labor periodística modifique la visión de la realidad del oyente, el televidente o el lector, fortaleciendo su sentido crítico sobre esa realidad, entonces trabajar en un proyecto en el que se goce de mayor autonomía –así sea de menor alcance y prestigio a los ojos del común- puede ser considerado un gran logro profesional.Finalmente, el noticiero de 20 puntos de rating ignoró aquel grave hecho, los miles de televidentes nunca supieron que en una comisaría del conurbano bonaerense había desaparecido el cuerpo de un bebé. Pero algo sí se modificó: la periodista puso en duda el mandato acerca del éxito profesional que casi sin pensarlo había llegado a incorporar.Paola Di Pietro , Invitada del mes. * Paola di Pietro es profesora de la Universidad de Buenos Aires y de ETER, Escuela de Periodismo.Trabaja como  productora periodística del programa Marca de Radio que se emite por Radio La Red y del programa Dos Gardenias que se trasmite por Radio Nacional. Querida  y respetada por sus alumnos y colegas.  Para Medios Lentos es un orgullo que nos acompañe todo Enero!