“No se trata sólo de repartir la riqueza sino también de repartir la palabra”, María Seoane en exclusiva para Medios Lentos


“No se trata sólo de repartir la riqueza sino también de repartir la palabra”, María Seoane en exclusiva para Medios Lentos

La periodista, escritora y directora de Radio Nacional, María Seoane, nos acompaña en este nuevo Invitado del mes en una entrevista imperdible en la cual nos cuenta cómo decidió ser periodista y cómo llegó a ser directora de Radio Nacional.¿Cuándo comenzaste a ejercer la profesión?Me hice periodista en México. En el exilio mexicano descubrí que era la profesión que reunía mis tres intereses: la política, la literatura y la historia. Comprendí que el único periodismo que me interesaba ejercer no era de cronista de la inmediatez, sino de cronista de la historia. Entendí que el género que más me interesaba desarrollar era la investigación periodística y que en el periodismo no solamente, como nos enseñan las normas anglosajonas, hay que preguntarse dónde, quién, cuándo, cómo, sino también el porqué. Porque en verdad el porqué es el que identifica las razones de la realidad, del comportamiento de los sujetos y de los protagonistas en la historia, y explica también la puja de intereses en la misma. Así que tanto lo que se quiere ocultar como lo que se quiere contar nunca es neutro, y el periodismo de investigación sirve para saber eso.¿Qué es ser periodista entonces?Creo que el periodista es un intelectual que siempre se siente en disputa con los poderes establecidos. En tiempos de dictadura, pensábamos que la confrontación era con los gobiernos dictatoriales, pero ahora en tiempos de democracia, nos damos cuenta que son los gobiernos con las corporaciones que establecen el poder permanente, porque los gobiernos son inquilinos del poder sometidos a elecciones.No se trata de ver si alguien tiene una cartera Vouitton, si tiene cinco hectáreas, si es funcionario público o no. Se trata de ver qué acciones concretas hace para modificar la vida de la gente que lo rodea, tanto sea desde el mundo privado de la corporación o desde el mundo público de un gobierno. A mí me parece que un periodista debe obviar la frivolidad al poner su mirada en cosas vanas, y centrarse en las políticas que modifican la vida de la gente, y si esas políticas entrañan daño o no.Naciste en Capital Federal, ¿no? ¿Y en una familia donde predominaban las mujeres?Soy porteña, tercera generación del lado de madre. Del lado de padre la segunda. Sí, en la familia de mamá predominaban las mujeres pero fue mi papa el verdadero responsable de mi amor por los libros. Aún hoy él es un gran lector. Cuando tenía 8 años me preguntó que quería ser y yo le dije escritora. A los 40 le volví a preguntar: “Decime papá, ¿qué iba a ser yo cuando era chica?”, y él me contestó: “Querías ser escritora”. Le retruqué: “¿Y nunca te dije que quería hacer otra cosa?”, y él me respondió: “Nunca”.¿Por qué seguiste primero una carrera de Ciencias Económicas?Por razones familiares. Tal vez en ese momento se pensaba en  tener una profesión que le permitiera a gente como yo, que provenía de padres obreros de clase media baja, la necesidad de tener más dinero o ser más rentable. Entonces empecé a estudiar para Contador Público en la universidad de Ciencias Económicas. La única materia que hice fue Contabilidad 1, y deserté habiendo dado ya todas las materias humanísticas previas y libres. Así que me anoté en la carrera de Letras, y por un tiempo hice las dos carreras, pero bueno (hace una pausa, juega con el encendedor y sigue) me di cuenta que no podía porque me casé, así que me dediqué sólo a estudiar Economía, en tiempos en que la economía se definía como una de las ciencias más humanas, en el sentido que trataba de ver el bienestar de los seres humanos más que la riqueza del mercado. Eso terminó con la dictadura del `76, cuando se cambiaron todos los planes de estudio y comenzó a prevalecer la economía de mercado. Comprendí lo que significa el interés de clase fundamentalmente, que siempre detrás de un conflicto político existe un conflicto de intereses y que esos intereses tienen que ver con la materialidad. Ese pensamiento es un  pensamiento que me honra haberlo aprendido enla Universidadde Buenos Aires.¿Existen periodistas “de primera”, “de segunda” y “de tercera” como declaró hace unos meses un colega?Hay periodistas, algunos más talentosos que otros. Eso de que son de primera, segunda o tercera me parece una categoría medieval y atrasa realmente (hace una pausa, mira fijo y contesta) si es medieval atrasa. Hay periodistas que son más talentosos que otros, pero todos lo son en tanto acepten las reglas de la profesión, que son las que te definí: la búsqueda permanente de acercarnos a la verdad de los hechos, de las motivaciones de los protagonistas, se trate siempre sobre el poder, esté donde esté, sea en los gobiernos de turno o en las corporaciones, sea en el poder real o en el poder electivo o transitorio, que es el poder político.No abusar del off the record y para fundamentar una denuncia no instalar la sospecha sin que exista sede judicial para eso, porque la instalación de la sospecha construye operadores políticos, no periodistas. Cuando un periodista dice: “Se supone que este funcionario tiene 5 millones de hectáreas en el sur”, y no hay ninguna prueba de que eso exista, ni siquiera hay una denuncia de que él lo hubiera comprado con fondos públicos, ese periodista es un operador de intereses políticos contra ese gobierno donde está ese funcionario.¿Existe un cambio en el periodismo de hoy con respecto a los medios de comunicación?Hoy está en discusión la deontología profesional de manera muy evidente, porque el proceso de conversión de las empresas periodísticas en holdings que integran actividades extracomunicacionales cuyos periodistas han sido sometidos, algunos, otros por convicción, otros por interés a transformarse en prenseros de los intereses de esos grupos económicos.Al parecer esto es un daño irreversible en la medida en que no se tenga la libertad de conciencia como eje de la profesión y también que el periodista acepte transformarse en un prensero de intereses económicos.El periodismo es una de las profesiones más extraordinarias, el debate sobre lo público y lo  privado es importante, la profesión tiene reglas que deben ser usadas en cualquier lugar, se ejerce el periodismo en empresas privadas o se ejerce el periodismo en medios públicos. Pero lo que sí tenemos que decir es que como no hay neutralidad, exigimos, desde el punto de vista de la formación profesional, por lo menos yo exijo, que se enuncie desde dónde se habla.No hay neutralidad. Los periodistas de los grandes medios privados que defienden intereses corporativos, por ejemplo la soja, deberían decir  explícitamente los negocios que tienen vinculados a la soja, a la empresa en la que trabajan, si es que van a tomar su punto de vista. Y lo mismo que en los medios privados para los medios públicos. Los periodistas deben decir: “Nosotros somos periodistas de medios públicos, creemos en la deontología de la profesión, pero nuestra búsqueda, nuestra enunciación es de la defensa de lo público sobre lo privado, de la defensa dela Leyde Medios de la democracia, de la defensa del federalismo, de la defensa de la apropiación pública de los bienes de circulación cultural. Creemos que la información es un derecho humano básico, que no puede ser apropiada como una mercancía. En ese sentido no compartimos el derrotero final de la información”. En eso estamos, eso es lo que estamos discutiendo.¿Cómo ves el descreimiento de la sociedad para con el periodismo? La sensación es que cualquiera puede ser periodista y cualquiera puede opinar.Cualquiera puede opinar, no cualquiera puede ser periodista. Y el descreimiento de la sociedad frente al periodismo no es tan así, no es frente al periodismo como profesión sino frente a algunos medios en particular.¿Cómo te llegó la noticia de que ibas a ser la directora de Radio Nacional?Trabajé hasta mayo de 2009 en Clarín como editora jefe. No me arrepiento de mi carrera profesional en Clarín, no me arrepiento para nada. Sí estoy segura de que no participé nunca de las cosas que no compartía y que jamás firmé algo que no compartiera. Creo que ese proceso se terminó para mí, sobre todo en el momento en que comienza a estallar claramente esto, que hay intereses de un holding multieconómico cuyo negocio central no es la comunicación que entra en colisión de intereses con la responsabilidad de informar.Y estaba decidiéndome a escribir mi libro, libro que va a salir ahora en noviembre sobre la historia de Rafael Perrota, el director del Cronista Comercial, desaparecido en 1977. Estaba dispuesta a seguir dirigiendo y escribiendo en el Centro Cultural Caras y Caretas, que es un proyecto muy querido para mí desde hace muchos años. Y entonces me llamó el señor Tristán Bauer y me ofreció dirigir Radio Nacional. Para mí fue un desafío porque estaba al punto de jubilarme.En realidad el día que asumí en Radio Nacional me enteré que me había salido la jubilación (risas), así que estoy legalmente jubilada, sin cobrar por supuesto la jubilación, porque a partir del momento en que ingreso no es posible tener dos salarios del Estado. Fue un gran desafío y también un gran honor, porque acá yo siento que estoy donde quiero estar y hacer lo que quiero hacer con la comunicación.Me siento muy contenta  de trabajar en la radio de todos los argentinos y poner cada vez más a la radio a tono con esto que pensamos del periodismo, del compromiso con la circulación de la información y en una defensa muy sistemática de lo que esla Leyde Medios de la democracia, porque creo que ésta va a posibilitar democratizar la palabra. Asumí con la convicción de que no se trata sólo de repartir la riqueza sino también de repartir la palabra. Y repartir la palabra es exactamente lo que yo quiero que la radio haga.¿Qué pensás  del caso  de los hijos de Ernestina Herrera de Noble y de la realización de los ADN?Creo que los ADN deben ser hechos, si hay una ley, hay una presunción de delito, hay una causa que lleva 10 años, y la verdad de la justicia indica que deben ser hechos para saber la verdad, tanto para las familias que buscan sus hijos, nietos apropiados, como para la propia historia de Marcela y Felipe, que saber la verdad los va a hacer libres, elijan lo que elijan. Creo que son los casos más dolorosos que tienen que sufrir las consecuencias de aquella dictadura terrible enla Argentina.Sedebe cumplir la ley porque nos hace libres de verdad, tanto para mí como ciudadana, como para la señora de Noble.Cuestionario de Bernard Pivot¿Cuál es tu palabra favorita?Deseo¿Cuál es la palabra que no te gusta para nada?Muerte¿Cuál es el ruido o el sonido que más te gusta?Cuando mi hijo entra en mi casa¿Cuál es el ruido que menos te gusta?El ruido de las rejas, cuando fui a hacer una entrevista a la cárcel. El ruido de las rejas detrás de la espalda.¿Creés en Dios?Tengo una formación cristiana, católica. Es muy difícil desprenderse de esa matriz. No soy practicante de la religión, creo en lo laico, pero si te digo que creo en Dios te miento, y si te digo que no creo en Dios también te miento.¿En qué te considerás “media lenta”?En hacer las valijas, en realidad detesto hacer las valijas.AutorLuciana Mazza Toimilluciana@medioslentos.comFotografíaCarolina Amengualcruachanfotografia@hotmail.com