Niembro: “Tengo miedo que los partidos sean cada vez menos y los eventos sociales cada vez mayores”


Niembro: “Tengo miedo que los partidos sean cada vez menos y los eventos sociales cada vez mayores”

“El torneo es hoy un gran acontecimiento publicitario y económico que, de vez en cuando, tiene un partido”. Así arrancó Fernando Niembro su exposición sobre el Mundial de Sudáfrica 2010, a dos meses de su finalización.La pasión que despierta la máxima competencia del fútbol mundial tiene aspectos para seguir analizando. Con la autoridad que le dan más de cuarenta años en el periodismo deportivo, Niembro realizó el miércoles 1 de septiembre una conferencia para alumnos en la Universidad del Salvador, donde analizó detalles del último Mundial: el juego, los sponsors, el por qué de la elección de la sede y una comparación con el primer campeonato mundial disputado en 1930. Además, hizo un balance sobre la labor de sus colegas y alumnos, en el marco de la firma del convenio entre dicha institución y su Escuela de Periodismo Deportivo.A continuación, los extractos más atrayentes de la nutrida charla, en primera persona.Transformación de la competencia mundialEl 92 por ciento de los recursos de la FIFA son por derechos de televisión, algo así como 3.000 millones de euros hasta el campeonato que pasó, y ahora vendió los derechos de los dos próximos.Entre gastos e ingresos la FIFA se queda con 1.000 millones de euros de ganancia. Los gastos tienen que ver con la distribución con los países que participan. Por ejemplo, España se llevó 30 millones de Euros por ser el campeón y Argentina 10 millones por terminar quinta. En 1930, con las recaudaciones en los estadios cubrían los gastos de la organización. Hoy, no podés encontrar un solo jugador que vaya al campeonato mundial que juegue gratis.Me da la impresión que son más importante las grandes fiestas que se producen previas al acontecimiento, de Adidas o Nike, o mismo de la organización, que el juego en sí. Uno se da cuenta de eso cuando viaja al Mundial, quizás desde acá se ven los partidos por televisión y nada más. Yo tengo miedo que los partidos sean cada vez menos en el futuro y los eventos sociales cada vez mayores, porque realmente es mucho el dinero que está en juego.El nacimiento del “amateurismo marrón” y los empresariosEl Mundial de 1930, era amateur. Jules Rimet, primer presidente de la FIFA, propuso independizarse del COI (Comité Olímpico Internacional, ente que regula el deporte olímpico en el mundo). Aquellos jugadores tenían como fin jugar por el deporte mismo y los dirigentes buscaban que se conociera el juego. La única remuneración que se llevaron los futbolistas de aquella época fueron 2 pesos por día de viáticos, los libros de historia no aclaraban si pesos uruguayos o dólares.El llamado “amateurismo marrón” se produce con el quiebre entre el amateurismo más puro y el profesionalismo. A los jugadores no le pagaban un sueldo pero los uruguayos habían contratado a los futbolistas como empleados públicos, por lo cual sólo se dedicaban a entrenarse de cara al Mundial.También aparecen los primeros empresarios del fútbol. Los europeos los mandan y, según dice la historia, sobornan a muchos dirigentes argentinos para que en el partido final entre Uruguay y Argentina, en el conjunto albiceleste jueguen jugadores como Raimundo Orsi y Enrique Guaita, que cuatro años más tarde serían campeones del mundo con la camiseta italiana.Contexto de crisisEn un contexto de crisis en España, donde hay un 20 por ciento de desocupación, llegaron los jugadores de la selección. Por ser campeones, cada uno se llevó 200.000 euros y contrasta con la medalla de oro que le dieron a José Nasazzi, capitán de Uruguay en 1930. ¿Cuál es la respuesta que le da la Federación al gobierno español? Son dineros de la Federación. Como si no estuviera inserta dentro de una sociedad que tiene necesidades. Da la impresión de ser una grosería, pero son las reglas del mercado, son las reglas del juego.Guerra de SponsorsNo estamos viviendo en aquella época de 1930 donde practicar el deporte era pura satisfacción. Esto hace que las empresas se saquen los ojos por participar en un negocio fenomenal. Adidas es el sponsor oficial de la FIFA y vendió un millón de camisetas mejicanas en Méjico, y más de un millón y medio de Sudáfrica en ese país. Yo imagino lo que hubiese sido en Argentina si llegaba a la final, la cantidad que se hubiesen vendido aquí.En este campeonato hubo un conflicto judicial entre Visa y Master Card. VISA, tocando a Dios y María Santísima, con el poder que tiene y mediante un juicio, le sacó el sponsoreo a Master Card.Hoy suena raro que KIA sea el main sponsor del Mundial, y no esté Toyota, Ford o alguno de los grandes europeos, que dan la sensación que tienen mercados mucho más importantes. Pero va a ser muy difícil sacarle el sponsoreo a KIA porque pagan cifras que son increíbles.¿Por qué Sudáfrica? Detalles y organización. La elección de Joseph BlatterHasta último momento se dudó si Sudáfrica podía organizar o no el campeonato mundial. Yo había estado un año antes en Sudáfrica con motivo de la Copa de las Confederaciones, un petit torneo que se organiza con los campeones de cada Confederación. Es una aproximación al campeonato para chequear todo lo vital relacionado con el turismo, la propia organización de los espectáculos, hotelería, vuelos.¿A qué conclusión llegamos con los otros periodistas? Que Sudáfrica no podía organizar el Campeonato del Mundo de ninguna manera. Con mucha voluntad de un pueblo realmente increíble, después de todo lo que le había pasado, era de una generosidad que practicaban la amistad de una manera que he visto en pocos lugares, que quería el campeonato, que necesitaba ser observado muy atentamente por el mundo, pero no estaba en condiciones. No era suficiente la cantidad de aviones y los estadios estaban sin hacer.Hablé con Julio Grondona y me dijo: “La FIFA está en condiciones, 60 días antes, de organizar el Mundial en cualquier lado que tenga cierta infraestructura”, no en Argentina, por supuesto. España era la que se candidateaba o las otras tres grandes potencias que eran Méjico, Estados Unidos o Japón. Cualquiera de esos tres, podrían organizar el Campeonato en 60 días, porque la FIFA tiene en este momento 2.000 millones de euros guardados en distintos bancos. La FIFA paga para que le tengan la plata, a diferencia de cualquiera de nosotros que ponemos la plata para recibir una renta, y le prestó plata a rolete a Sudáfrica, cifras incalculables.Blatter llega a la presidencia de la FIFA en un congreso bochornoso. Yo recuerdo que estuve en el congreso porque hasta los jeques árabes, que tienen y tienen mucha, fueron sobornados para votar. Fue una lucha tremenda entre Blatter y Lennart Johansson, que era el presidente de la Unión Europea de Fútbol. Era casi una tienda fenicia donde todo se vendía y todo se compraba. Y Blatter para llegar hizo algunas compensaciones, y con los africanos que son más de 50 votos, tenía la obligación. Así que se lo planteó como cruzada, eligió el país más tranquilo de todos los africanos para poder organizar el Mundial, pidió cierta garantía después del apartheid que se estaba viviendo una cierta primavera, y él apostó allí. Pero le costó muchísimo convencer a la FIFA y además contrató una flota de aviones comercial para que el trayecto con Europa y Estados Unidos sea rápido y fluido.Por suerte para los sudafricanos, fueron muy pocos turistas. Tuvo muy mala prensa el Mundial de Sudáfrica, entre el frío, los problemas de seguridad, un continente que no despertaba mucho atractivo para el turista porque vos llegabas y en un día ya habías recorrido todo lo que tenías que recorrer, y sino te mataba el frío porque había temperaturas bajo cero que eran imposibles de soportar.La organización fue buena. No fue como la alemana, característica por la precisión y esmero por los detalles, pero los sudafricanos ponían mucha voluntad, ponían siempre cara de buenos, pero no entendían ni del juego. Lo superaban eso con no dormir, con estar atentos a cualquier circunstancia y allanarte cualquier problema.La tarea del periodista en los MundialesLa gente cree que uno va al Campeonato del Mundo a disfrutar, y lo ve desde el punto de vista del aficionado. Pero la verdad que uno va a trabajar, sabe que todas esas cosas no existen y que realmente, en un momento determinado, uno aborrece esta profesión. Yo estoy curtido, no me molesta si me tengo que levantar a las 4 de la mañana, yo el sacrificio lo hago porque me tocó transmitir desde una cabina telefónica en el año 1974, en Méjico, hasta estas comodidades, como el otro día cuando fui a Guadalajara a uno de los estadios más extraordinarios que hay hoy en día, donde te ponen asientos de terciopelo, vos tenés casi como el living de tu casa.Así que las condiciones que vivieron en Sudáfrica fueron, desde el punto de vista tecnológico, extraordinarias. Para aquellos que trabajábamos para la radio y la televisión, teníamos todos los elementos. Uno lo que tiene que poner son el cuerpo, la exigencia, las ganas, el deseo y el talento. Las excusas pueden estar en la fatiga, en el frío, pero al periodista se le dan todos los elementos. Uno podría quejarse de que el centro de prensa estaba pegado a un estacionamiento que el piso era de tierra, y nosotros teníamos que ir vestidos de saco y corbata.La empresa te da los mejores elementos, si uno falla es porque es un irresponsable. A mi no me importa el rating. Me tocó por mucho tiempo perder con la competencia, y en este caso, ganar por abrumadora mayoría. Y yo estoy convencido en que todo este tiempo fui el mismo, que se formaba, que investigaba, que se movía. Para un periodista es cada día más fácil participar de una Copa del Mundo, tiene todos los elementos, se le dan todas las posibilidades.El periodismo deportivo en ArgentinaLos periodistas deportivos preguntan más o menos lo mismo siempre porque el fútbol no es un deporte que tenga una dinámica demasiado cambiante en la semana. Uno va un día al entrenamiento, y al otro día vuelve a ir y no tiene algo original o diferente para preguntar.Yo dejé de hacer mi programa de entrevistas porque no hay más personajes en el fútbol. No puedo seguir entrevistando a Juan Sebastián Verón o a Martín Palermo porque no tengo nada nuevo para preguntarles. Entonces la gente o mis cercanos me dirían: “Fernando, te estás repitiendo”, y tendrían razón, porque ahora el futbolista le podés preguntar por lo que pasó el fin de semana en la cancha, pero en cuanto querés saber algo más o qué pasó en el vestuario con tal técnico te dicen: “No… de la vida privada no hablo”, y capaz insistís y a la semana siguiente no te quieren dar mas entrevistas. Además, ahora hay muchas horas de programas en televisión y tienen que hablar, y llenar con algo.Yo doy clases en mi escuela y se nota que falta preparación en los chicos que llegan. Hablo con ellos y les pregunto cuántos libros leen por semana, o por mes… y nada. No leen. Les falta preparación, no les gusta estudiar. Desde la docencia trato de inculcarles esa cultura, los motivo para que lean, para que se interesen. Mirá que no soy un viejo a la antigua que no les gusta que los chicos salgan, pero a la hora de trabajar, tienen que trabajar. Entonces, esa falta de preparación hace que pregunten siempre lo mismo e incluso que expresen su respuesta en la pregunta, opinan cuando preguntan. En los que recién empiezan no está mal, pero sí lo veo mal si después de varios años de profesión siguen haciendo lo mismo.Una vez que finalizó con su exposición, Fernando Niembro recibió un caluroso aplauso por parte del auditorio y se detuvo a charlar con aquellos curiosos que quisieron compartir algunas preguntas extras. Se podrá estar de acuerdo o no con él, uno de los periodistas más respetados de Latinoamérica, pero no hay dudas que detenerse a escucharlo, es siempre una buena excusa para aprender.AutorMaximiliano de Mingomaximiliano@medioslentos.com