Medios Lentos mano a mano con Luis Bilbao*


Medios Lentos mano a mano con Luis Bilbao*

 “La bandera de campaña de este referéndum no era la permanencia de Chávez en el poder sino la posibilidad de ser reelegido para continuar desarrollando el camino al socialismo”. Luis BilbaoEl periodista, especialista en Venezuela, en diálogo exclusivo con Medios Lentos, habla del presente y futuro político venezolano luego del referéndum que dio ganador a Hugo Chávez con un 56,36 por ciento de los votos, que le permitirá ser reelecto de forma indefinida.¿Cómo entender políticamente el resultado del referendo en Venezuela que dio ganador a Hugo Chávez?En primer lugar, hay que ratificar que una mayoría muy notoria de la población respalda la estrategia de Chávez y su figura. Chávez es una figura democrática pese a lo mucho que se diga en contrario. Y así lo vive el conjunto de la población venezolana, incluso en su vida cotidiano aquellos que lo adversan y lo califican de dictador. Pero lo más importante no es la figura sino la estrategia. La misma explicitada hasta el cansancio, que ha sido bandera de campaña en este referendo, no era la permanencia de Chávez en el poder sino la posibilidad de ser reelegido para continuar desarrollando el camino al socialismo. Un 55 por ciento, del 71 por ciento que votó, ha aprobado con mucha claridad la estrategia de transición al socialismo del presidente Chávez.¿Cómo influyó en este proceso la conjunción de gobiernos rotulados de izquierda en región?El escenario internacional no gravitó sensiblemente en esta elección, excepto si se tiene en cuenta que la sociedad venezolana, particularmente la que apoya a Chávez, ha tenido un gran desarrollo político en los últimos años y ha podido comprender con bastante claridad la gravedad de la crisis del sistema capitalista. Esto también, naturalmente, apoyó a que aquella propuesta de socialismo tenga no simplemente la característica de ser algo en el futuro, al probable frente a algo que existe con mucha fuerza como el capitalismo. El derrumbe del sistema capitalista internacional, sin duda, contribuyó a que muchos comprendieran que por ese camino no hay salida. Pero el contexto de los gobiernos llamados de izquierda en América Latina no creo que haya gravitado particularmente porque, justamente, este referéndum ocurrió en un momento en el que hay una suerte de repliegue en la fuerza predominante durante los últimos años, esto llevó a conquistas muy importantes en materia de unidad suramericana. La crisis del capitalismo, las distintas respuestas que cada uno de los principales países le está dando, ha obrado como una suerte de freno a esa dinámica de convergencia y veremos cómo continúa. Por eso mismo, en esta coyuntura, creo que no influyó significativamente.Chávez cumple diez años al frente del poder en Venezuela, ¿cuál es el principal logro político-institucional de su gobierno; qué se puede rescatar del proyecto político vigente?Desde el punto de vista político, en diez años hubo quince elecciones: catorce las ganó con muchísima diferencia el presidente Chávez y una la perdió por diez mil votos. La primera cosa que hay que decir es que ha habido una participación de la sociedad muy acentuada, superior a cualquier ejemplo en cualquier país del mundo, que ante cada circunstancia importante es convocada a opinar y a votar. Esta participación, además, estuvo combinada con un proceso de elevación del nivel educativo de la población: acabando con el analfabetismo y luego con el ingreso masivo a la secundaria y la universidad todo lo cual, en este marco de participación política, llevó no solamente a más participación, sino más comprensión del fenómeno participativo. Entonces, lo que es más ostensiblemente diferente respecto a la Venezuela de hace diez años, en el plano estrictamente político, es la emergencia de una sociedad más culta, más politizada y más participativa.Venezuela mantiene lazos políticos con Cuba, ¿cuál es la diferencia entre el socialismo de Chávez y el de Fidel Castro?El socialismo que se vive en Cuba creció en un cuadro diferente, y partió de un punto completamente diferente. En Cuba las fuerzas revolucionarias tuvieron que, primero, librar y ganar una guerra y al ganar esa guerra quedó destruido el eje del aparato del Estado anterior, es decir, las Fuerzas Armadas. En Venezuela no fue necesaria una guerra, al menos hasta el momento. Lejos de destruirla, el grueso de la Fuerza Armada se incorporó al proceso revolucionario y el aparato del Estado no solamente no se destruyó sino que siguió, en buena medida, sirviéndole a la burguesía, a las clases dominantes en función del capitalismo. Aquí tenemos la diferencia, no en los nombres, no en los contenidos teóricos sino en los procesos históricos reales. La diferencia en el sentido teórico y concreto se verá en el transcurso del tiempo y dependerá, sobre todo, de qué cosa hagan aquellos que se oponen a la transición al socialismo. Si los que se oponen consiguen desatar una lucha armada contra la revolución es muy probable que muchas de las características que tuvo que adoptar obligado por una circunstancia el fenómeno cubano pudieran repetirse en el caso venezolano. Por el contrario, si esta estrategia hasta ahora exitosa, aunque con muchos problemas y muchos costos, de hacer una revolución pacífica y dentro de las instituciones consigue mantenerse, y la burguesía venezolana y el imperialismo estadounidense no logran desatar una lucha armada interna, es muy probable que las formas concretas del socialismo se manifiesten con muchas diferencias entre Venezuela y Cuba. Y si esto fuera exitoso en el caso venezolano y pudiera extenderse a fenómenos que ya están en curso como en Ecuador y Bolivia, aparte de otros que están mucho más larvales, sin duda esto terminaría revirtiendo sobre la propia situación cubana que, al no quedar aislada y como único bastión frente a un océano capitalista, pueda tener mayores concesiones a las partes de la sociedad que no están de acuerdo con el socialismo y que durante todo un período histórico seguramente no lo estarán.¿Está garantizada la continuidad del proceso político venezolano más allá de la figura de Chávez? No, taxativamente no. Por eso era necesaria la enmienda constitucional, para que pudiera ser reelecto. Si la revolución se choca con las instituciones, en este caso Constitución que impedía una tercera reelección de Chávez, estoy completamente seguro que se iban a caer las instituciones ante la envestida objetiva contra el proceso revolucionario. La necesidad de esa permanencia de un individuo es perfectamente comprensible si se tiene una mirada histórica sobre estos fenómenos. Hay una posibilidad muy utilizada por estos días por toda la prensa comercial de cargar la cosa sobre la base de un delirio de grandeza del presidente Chávez o su afán de poder o la demencia que trae el poder, en fin todas esas cosas que dicen personas que son muy ignorantes o que, sencillamente, les pagan para que escriban o publiquen eso. En realidad, el fenómeno está basado en otra cosa: un proceso de cambios, sobre todo cuando se da dentro de las instituciones de la democracia burguesa y sin librar una guerra, requiere de una unidad del conjunto social que defiende ese proyecto. Y eso no se produce si no es en torno de una gran organización política, un gran y poderosísimo movimiento social-sindical o un líder. En Venezuela no hay un gran movimiento social, no había (recién acaba de nacer y lleva tiempo que crezca) un partido de masas entonces todo el proceso político se dio en torno de un líder. La transferencia del poder del líder al conjunto de la masa se está llevando a cabo a una velocidad asombrosa, y por supuesto eso desmiente cualquier intento de Chávez de tener más y más poder por el poder mismo. Pero esa transferencia requiere la formación de los cuadros, cambiar una cultura, requiere tiempo. Y mientras ese tiempo se desenvuelve hace falta que Chávez esté allí. Si hoy Chávez cayera porque lo matan, porque hubiese algún fenómeno que impidiera que él estuviese armando y unificando a la sociedad venezolana la revolución continuaría, desde luego, pero se degeneraría en muchos sentidos: no sería por los cauces institucionales y degendegeneraría en guerra civil seguramente.Damián Toschi* Luis Bilbao es periodista y escritor. Acaba de publicar “Venezuela en revolución. Renacimiento del socialismo”, editado por Le Monde Diplomatique. Bilbao es también director de la revista América XXI.