Malvinas: construcción de la historia


Malvinas: construcción de la historia

Ilustración: Eduardo Altube
Ilustración: Eduardo Altube
La gran mayoría de los argentinos nunca estuvo allí, pero conoce su forma, su perímetro, y podría ubicarla sin problemas en un mapa. El 2 de abril se cumplieron 29 años del desembarco argentino en las islas Malvinas, y sin embargo la sociedad lo siente como si hubiera sido ayer. En este marco de dolor, los investigadores llevan en sus espaldas la tarea de reconstruir lo sucedido. Ahora bien, ¿es posible rearmar de forma integral y objetiva todo lo ocurrido? El historiador y docente especialista en la guerra de Malvinas Federico Lorenz relata el oficio de narrar lo vivido.El poder de la palabra y la importancia del criterio de los comunicadores forman parte de un análisis muy vigente en la actualidad. El debate sobre la ideología presente en cada enunciado evidencia una verdad hasta hace poco ensombrecida: cualquier construcción sobre un hecho ocurrido es justamente eso, una construcción, llevada a cabo por una persona, con sus ideas y su criterio. Lorenz explica los recaudos que toma a la hora de escribir sobre el tema: “Lo que yo trato de hacer es explicitar desde donde hablo, para que el lector lo sepa. En distintos momentos de mi trabajo pude realizar diversos registros.  En términos históricos, la reconstrucción total no es posible, pero sí lo es  incluir una cantidad importante de perspectivas”. El contexto en el que se generó la guerra tuvo características muy particulares, que excedían al conflicto bélico. Al respecto, Lorenz sostiene que “no se puede hablar de la guerra de Malvinas como se habla de la guerra de Chacabuco. Buena parte de los oficiales que la condujeron eran represores de su propio pueblo. Si uno quiere que haya un homenaje a quienes combatieron, debería establecer este tipo de distinciones. El historiador describe un testimonio crudo que explicita su concepto: “Es la historia de un grupo de soldados conscriptos que murieron al pisar una mina argentina, cuando iban a robar comida a una casa isleña. Esos soldados por ley de la Nación son héroes nacionales. Existe una paradoja en lo que significa morir de esa manera.” No eran sólo soldados, eran también conscriptos; no sólo tenían miedo, también tenían hambre.Vasta bibliografía escrita, a poco tiempo de terminada la última dictadura a manos de miembros de las Fuerzas Armadas, indicaban que eran necesarias algunas explicaciones sobre las irregularidades y tergiversaciones de la información dada al país sobre lo que acontecía en las islas. A pesar de ello, nada mencionaban sobre las torturas, el maltrato y la mentira. “Malvinas, la guerra inconclusa”, del contraalmirante Carlos Büsser, “Malvinas: relatos de soldados”, del teniente Martín Antonio Balza y otras obras de reconocidos represores como Mario Benjamín Menéndez son algunos ejemplos de ello.A la hora de narrar y situarse en una posición en particular, Lorenz cree que “hay un campo vacante en relación con Malvinas que se relaciona con una cuestión de rechazo a todo lo que sea una reivindicación de la dictadura o una sobrecarga de los símbolos patrios. La mejor forma de honrar un compromiso es que el trabajo que uno pueda hacer aporte a separar la paja del trigo. No me gusta que se asocie el compromiso de soldados que fueron a la guerra desde lugares que ni figuran en los mapas, al peor momento de nuestra historia; no tienen nada que ver con los jefes que los enviaron”.El dolor que la guerra trajo a la sociedad está todavía latente y si bien muchas de sus injusticias se están resarciendo, muchas otras todavía no. Propuestas para leer e informarse sobre nuestra historia hay muchas. Cada uno tiene el poder de elegir el enfoque que más empatía le genere, aunque siempre teniendo en cuenta que la palabra es flexible, pero no puede expresar todo.Autor Carolina Quirósinfo@medioslentos.com