“La película tiene la intención de recuperar la historia perdida”


“La película tiene la intención de recuperar la historia perdida”

Directores de "La palabra empeñada"
La vida del desaparecido periodista argentino y guerrillero guevarista Jorge Ricardo Masetti, elogiado por hombres como Rodolfo Walsh y Gabriel García Márquez, permanece oculta para gran parte de la sociedad argentina. En ese marco nació “La Palabra Empeñada”, una película-documental que propone rescatar del olvido histórico a quien fue el fundador de la agencia de noticias latinoamericana Prensa Latina, y quien consiguiera  en 1958 “la mayor hazaña individual del periodismo”-en palabras de Walsh- al entrevistar en Sierra Maestra a Fidel Castro y al “Che” Guevara. Medios Lentos entrevistó a fondo a Juan Pablo Ruiz, uno de los directores del filme. Historia, periodismo y política se funden en esta nota.Rodolfo Walsh escribió en el prólogo al libro “Los que luchan y los que lloran”, de Jorge Masetti, que el reportaje que realizó este periodista desaparecido a Fidel Castro y Ernesto “Che” Guevara en plena revolución en Sierra Maestra “fue la mayor hazaña individual del periodismo argentino”. Gabriel García Márquez reconoció que Masetti fue el mejor periodista que él pueda recordar.Sin embargo, Masetti -que fue el fundador en 1959 de la agencia de noticias latinoamericana Prensa Latina y desapareció al intentar traer como guerrillero guevarista la revolución a la Argentina en 1964-, sigue oculto debajo de las alfombras de la historia y del periodismo argentino. “Que su nombre siga casi tan ignorado en su país como el pedazo de selva que esconde sus huesos era previsible para Jorge Masetti”, completó Walsh. Y Masetti, también conocido como “El Comandante Segundo”, hoy sigue ignorado, oculto, ausente.Es allí donde nace “La palabra empeñada”, una película-documental dirigida por Juan Pablo Ruiz y Martín Masetti –nieto del periodista – que después de cuatro años de trabajo se presentó en noviembre de 2010 en el 25° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, y que a través de testimonios históricos propone rescatar y dar a conocer la vida de Jorge Ricardo Masetti. El filme va a estrenarse en mayo en el cine Goumont, en el Arteplex Belgrano, y luego estará en junio en el Centro Cultural de la Cooperación.
Gabriel García Márquez y Juan Pablo Ruiz
Así, por el ojo de la cámara pasaron más de 20 testimonios: entre otros, los de su amigo Gabriel García Márquez, el historiador Osvaldo Bayer y el periodista Rogelio García Lupo; también de Conchita Dumois –secretaria y segunda esposa de Masetti-, del cineasta Alejandro Doria, además de las palabras de periodistas cubanos y de compañeros de guerrilla de Masetti en el Ejército Guerrillero del Pueblo (EGP), cuerpo armado que intentó trasladar la revolución a la Argentina y pereció en los montes de Salta. Fue filmada en Cuba y en el noroeste argentino.“La técnica cinematográfica quedó muy en segundo plano, ya que lo que nos importaba era el testimonio, la memoria oral, y así empezar a desarrollar y terminar la historia de Jorge Masetti para darla a conocer.  Logramos testimonios muy valiosos”, explica, entrevistado por Medios Lentos, Juan Pablo Ruiz.-Teniendo en cuenta ese criterio, ¿la película tendría  una intención más política que artística?Totalmente, pero más que política es una intención de recuperar la historia perdida, o que había sido ocultada o tergiversada. No nos olvidemos que hace dos o tres años, (Jorge) Lanata escribió un libro totalmente malintencionado sobre Masetti (N del R: “Muertos de amor”) donde no recogió el testimonio de primera mano de nadie para escribir ese libro, y donde las dos personas que él menciona como fuente de primera mano salieron a criticar duramente su trabajo. Si bien la de Masetti es una historia que fue olvidada, tergiversada, ocultada, también hubo como una intención de que lo poco que se supiese del personaje fuese conducido a esa teoría de los dos demonios que se viene presentando cada vez que se discute acerca de la historia, del “Che” Guevara, de la revolución cubana y de las guerrillas en Argentina. Lanata instala a Masetti en los años ‘70 y la de él es una historia  de fines de los ‘50, principios de los ‘60. Es una historia que no transcurre en la época de la “Triple A” y de (José) López Rega, sino que lo hace en la época de la liberación de Argelia, de Vietnam, de Cuba, y no en otra, como él la lleva. Por eso es una historia que fue muy desconocida y los pocos que la abordaron la tergiversaron;  entonces claro que la película tiene una intención política e histórica. A nosotros no nos interesaba mucho que la fotografía o el formato  fuese  el mejor; queríamos conseguir el testimonio de gente que había vivido ese episodio histórico  y que podía dejarnos su testimonio antes de morir. Por eso  tiene una intensión más política que cinematográfica. Acerca de esta tergiversación que mencionás y a partir de su investigación para la película, ¿considerás que hay una intención maliciosa detrás de ese acto?Completamente maliciosa; creo que es una idea de la derecha de estigmatizar a ciertos personajes de izquierda. Masetti fue un tipo que tenía una vida hecha. Fue un periodista formado, admirado,  consagrado y respetado por sus compañeros y que había logrado fundar una agencia de noticias sin precedentes en Latinoamérica, la mejor de todo Latinoamérica. Era alguien que tenía mucho que perder. No era un loco, un desquiciado, que como no tenía que hacer nada en la vida fue, como dice Lanata, a matar gente al monte. Era un tipo que tenía mucho que perder y que tenía una ética y una idea en común con el “Che” Guevara, un proyecto, y que fue consecuente hasta las últimas horas con esa idea y promesa que se había  hecho con el “Che”, que era de establecer en Argentina un acontecimiento similar al que logró que Cuba se libere. Es discutible el momento, el lugar, la forma; tampoco uno va a defender absolutamente todo lo que hizo y cómo se hizo. Yo creo que se cometieron errores, pero creo que todo eso era avalado por larguísimas conversaciones, discusiones y pensamientos en común entre el “Che” y Masetti. No era cosa de locos.
El Che y Jorge Masetti
¿Qué significó Jorge Masetti para la revolución cubana?Fue muy importante porque Masetti entrevistó al Che y a Fidel en Sierra Maestra en un momento en que el ejército rebelde estaba en pleno combate con (Fulgencio) Batista. Según escribió Rodolfo Walsh, el pueblo cubano nunca los había podido escuchar. Cuando Masetti los entrevista y emite radialmente la entrevista para todo el pueblo cubano a través de Radio Rebelde, posibilita que éste escuche por primera vez las voces de sus líderes y eso fue muy importante, muy fuerte.  Amén de eso, Masetti volvió a la Argentina y escribió un libro sobre la revolución cubana (N del R: “Los que luchan y los que lloran”) con lo que ya estaba divulgando lo que sucedía en Cuba y en el resto de Latinoamérica. Fue un libro muy importante, del cual se habló mucho. Sus entrevistas las repitieron luego por Radio El Mundo para Argentina. Hizo un trabajo muy importante de difusión de la revolución cubana. Cuando él vuelve a Cuba convocado por el “Che”, funda Prensa Latina, o sea que es el responsable de fundar la agencia de noticias más importante de Latinoamérica y, como si eso fuese poco, luego se transformó en un brazo de la revolución cubana al ir y contactar a los líderes argelinos, proveerlos de armas y apoyo cubano para que ellos puedan liberarse de los franceses. Más que eso es imposible para un tipo que además, ni siquiera era cubano, en todo caso latinoamericano, pero natural de Argentina.¿Cómo se puede analizar que de periodista de Radio El Mundo, Masetti pasó a convertirse en guerrillero cubano?Yo creo que nunca dejó de ser periodista y que lo fue hasta el último día de su vida, sólo que lo encontró en una situación en que el periodismo lo llevó a tomar las armas; fue  un poco lo que le pasó a Walsh después… ¿Acaso Walsh dejó de ser periodista? No, nunca dejó de serlo. Con Masetti pasó lo mismo. De hecho, cuando él viaja a Argelia y se contacta con la revolución argelina y los ayuda tanto, Masetti inició un bosquejo de un segundo libro. (Él ya había escrito “Los que luchan y….”, un libro que recopilaba  su visión de la lucha cubana). Por eso considero que Masetti nunca dejó de ser periodista y me parece que esto es un poco trasladable a Walsh y a Guevara: el “Che” tampoco dejó de ser periodista, porque era un tipo que en el medio del combate iba abriendo radios, fundando periódicos, escribiendo una crónica en  su diario personal… y Masetti lo mismo; un tipo que fue un gran periodista que se vio empujado por la coyuntura a tomar las armas y a llevar a cabo un plan de lucha pero jamás dejó de ser periodista.Tanto Walsh como García Márquez elogiaron en distintas épocas el trabajo de este periodista. ¿Qué sucede a tu criterio con Masetti en Argentina que sigue desconocido aún cuando dos de las figuras más reconocidas del periodismo hayan admirado su desempeño periodístico?Yo me pregunto lo mismo y no tengo respuesta. A mí me parece extraño; de un tipo del que Rodolfo Walsh dijo que fue capaz de hacer la mayor hazaña del periodismo argentino y otro como García Márquez diga que fue el mejor periodista que conoció, y acá en Argentina se lo desconozca. Cuando estuve en Cuba, pude ver escuelas que se llamaban Jorge Ricardo Masetti. Me cuesta mucho entender que acá se esconda a ese personaje. No me caben dudas de que es por cuestiones políticas pero no puedo profundizar mucho más la respuesta porque no lo tengo claro.¿La “Palabra Empeñada” nació entonces como una forma de intentar correr a Masetti del ostracismo periodístico en la historia argentina?Yo creo que sí. Fue una investigación que tuvo como búsqueda y  objetivo final recuperar ese personaje, esa historia fascinante y trágica; una historia con luces y sombras; la historia de un hombre inquietante por donde se lo vea, y que bajo ningún punto de vista puede quedar escondida. Que tiene que salir a la luz y de la cual si hay que discutir se tendrá que discutir pero no puede ser ninguneada; una historia donde participan personajes como Rodolfo Walsh, insisto, Gabriel García Márquez, (Jean Paul) Sartre, Fidel Castro, “Che” Guevara; una historia muy rica donde participan los revolucionarios argelinos; es decir, una historia tremenda desde el punto de vista histórico, pero por algún motivo, que no sabemos bien cuál o por qué o con qué fundamentos se intentó ocultar.Hablar de Masetti es hablar de periodismo: ¿Cómo se puede leer o interpretar su historia en la actual coyuntura periodística argentina, atravesada por el debate de medios?Es vital el rol del periodismo en cualquier proceso político que se dé en cualquier país, y en Argentina es un tema de discusión contemporáneo. Creo que la figura de Masetti hoy es más emblemática que nunca por eso mismo, porque considero que el periodismo como lo veía y practicaba él es exactamente lo que se está reclamando hoy desde la sociedad, esto del periodismo objetivo pero no imparcial, o que haya una agencia de noticias latinoamericana que cuente la verdad de Latinoamérica y no que venga por la CNN. Hay muchas cosas de las que Masetti hablaba hace 50 años que están completamente vigentes hoy.¿Cómo crees que va a recibir la gente esta película, en una sociedad actualmente más politizada?No tengo dudas de que a la gente que estudia periodismo le va a interesar muchísimo. No sólo a ellos sino también a los periodistas de raza y a los que ejercen; me parece que les va a resultar apasionante. Con el resto de la sociedad, y como con todas las películas, creo que habrá un porcentaje de gente que le va a gustar y otra que no. No me gusta hacer futurismo,  pero creo que habrá gente que se va a sorprender con esta historia y otros que van a decir qué locos que están. Pero principalmente  es una película que a todos aquellos que estudian periodismo o ya lo son les va a interesar sobremanera por motivos que ya verán cuando vean la película.¿La película puede ser un punto de partida para seguir investigando sobre Masetti?Creo que ya no; hemos reunido 60 horas de entrevistas que se reducen a 90 minutos de película y tenemos pensado con Martín Masetti  meter un montón de material que quedó fuera dentro de un libro. Creemos que con un libro vamos a poder explayarnos y profundizar en varias cosas que quizás no lo podemos hacer ahora. La idea está. Lo vamos a hacer. No vamos a seguir investigando sobre él, sino que vamos a utilizar el material que quedó afuera. Hay material muy valioso, pero no sabemos cuándo será.¿Cómo fue recibida la película en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata?Bien. Hubo mucha cobertura extranjera de la película, algo que nos llamó un poco la atención porque casi que no había medios nacionales. Hubo una cobertura de la agencia de noticias italiana Ansa, DPA de Alemania y la noticia fue levantada por Prensa Latina de Cuba. Es decir que hubo una cobertura bastante importante a nivel periodístico. Y a nivel público no le dimos una gran difusión, pero respecto a la gente que la fue a ver nos encontramos con dos tipos de espectadores: uno que se sorprendía con lo que le contábamos y otros que conocían la historia y se emocionaban. Hemos podidos conversar después de las proyecciones con personas mayores que conocían el caso y que incluso hasta nos agradecían que hayamos hecho la película, algo que un poco nos ruborizaba; gente mayor agradeciéndonos con lágrimas en los ojos fue algo que nos descolocó un poco. Creemos que si la película le llega a tres o cuatro personas que se emocionan de tal manera ya se justifica, por demás de la multitud que pueda ir a ver cualquier película. Es valioso desde ese lugar.¿Por qué “La Palabra Empeñada”?Se desprende del testimonio del reconocido historiador y periodista argentino Rogelio García Lupo,  que militó con Masetti y con Walsh desde chico y ayudó a fundar Prensa Latina. Él tiene una postura muy crítica con Masetti, a pesar de haber sido muy  amigos y respetarlo y quererlo. Lupo tiene la postura de pensar que Masetti había empeñado la palabra con el Che y que iba a hacer la revolución fuese como fuese más allá de las posibilidades reales de hacerla. Entonces dentro del contexto de la película, él dice: “La palabra empeñada era hacer la revolución mas allá de sus posibilidades reales”. Martin recogió esa oración como título entendiendo que esas palabras simbolizaban los últimos años de la vida de Masetti y la verdad que a mí me gustó mucho y quedó como nombre. Es una oración que resignifica los últimos años de Masetti a la perfección y está en boca de alguien que lo vivió muy de cerca y que evidentemente  pensó mucho en lo que decía.AutorDaniel MeccaDaniel@medioslentos.com