La Lucha vs la Trata: David o Goliat. ¿Qué será?


Gerardo González Acosta NOTALa Lucha vs la Trata: David o Goliat. ¿Qué será?

Jean Paul Sartré, filósofo y escritor francés, decía que el hombre nace libre, responsable y sin excusas. La Libertad es el más preciado derecho que todo ser humano merece vivir.

Yo no sé si todas las personas nazcan libres, especialmente en las naciones en las cuales las cadenas de deuda económica, guerras y adicciones han sido el constante padecer de sus habitantes… (Leer más)

Gerardo González Acosta NOTALa Lucha vs la Trata: David o Goliat. ¿Qué será?
Jean Paul Sartré, filósofo y escritor francés, decía que el hombre nace libre, responsable y sin excusas.

La Libertad es el más preciado derecho que todo ser humano merece vivir.

Yo no sé si todas las personas nazcan libres, especialmente en las naciones en las cuales las cadenas de deuda económica, guerras y adicciones han sido el constante padecer de sus habitantes, y la presunta causa de lucha de muchos gobernantes y administraciones públicas.

Por ejemplo, billetes más billetes menos, en México la deuda externa ronda en los 67 mil millones de dólares, de acuerdo a cifras oficiales de la Secretaría de Hacienda Deuda México. Esta cifra dividida entre 112 millones de mexicanos, de acuerdo al INEGI Censo de Población 2010 da como resultado 598 dólares que, multiplicados por 13 pesos al tipo de cambio del 7 de julio de 2013, da como resultado 7 mil 776 pesos. Ese es el monto de deuda con el que cada mexicano nace hoy día, ni siquiera lo sabe pero deberá pagarlo.

Y podría decirse que eso no es justo porque se trata de una deuda que nunca pidió y que mayoritariamente es utilizada para patrocinar rescates de bancos, empresarios y empresas sexenales, pomposamete llamados “Programas de Fomento Económico”, entre algunos otros.

Y si esta frivolidad monetaria parecería una maldición, imagínese usted cómo sonaría que en el tiempo de los Smartphones, de las redes sociales en internet, de los transplantes de órganos y la medicina genómica, de los turistas espaciales y los derechos humanos (así con minúscula), de las Maestrías y Doctorados en instituciones internacionales, estemos hablando otra vez de esclavitud, de secuestro de seres humanos para ser vendidos como esclavos, para ser vendidos como vil mercancía sexual al que pague más.

¿Cómo le suena? ¿Le parece la trama de una historia de Guillermo Del Toro, o el recuerdo vago de tiempos de Abraham Lincoln o Adolfo Hitler?

¿Le parece lógico que lo mismo sea robada para ser vendida como esclava, una jovencita de familia acomodada económicamente que una de escasos recursos monetarios? ¿Y que haya hombres y mujeres que, bajo la hipnosis materialista de una supuesta modernidad y libertad, acudan a comprar seres humanos a espacios especialmente diseñados para ello?

¿Cómo es posible que en pleno Siglo XXI surja un delito como la Trata de Personas y, además por ignorancia o prejuicios de algunos, sea confundido con “Trata de Blancas”?

Quizás usted, amable lector, como millones de americanos del Río Bravo para abajo, haya sido acostumbrado a crecer con las palabras “crisis”, “pobreza”, “carestía”, “no hay”, “no se puede”, en su léxico cotidiano. Y a fuerza de volverse hábito, pesa más liviano o duele menos aceptar un presunto destino de pobreza o carencia.

Las consecuencias de ello están a la vista. ¿Cuántos sin deudas hay en su país? ¿Cuántos políticos de tantas administraciones y colores partidistas han prometido acabar con la pobreza?
¿Han podido o querido?

Y esas intencionadas ineficacia e ineficiencia han permitido que broten otras raíces de padecimientos sociales como la corrupción, las adicciones, el secuestro, el robo, la mentira, el amor al dinero.

El camino de la Trata de Personas parecería seguir la misma senda de maldición que ha surcado la pobreza.

Primero engañar, luego accionar, posteriormente habituar para finalmente imponer una realidad alterna que nada tiene que ver con la libertad y la vida misma.

La primera vez que vi un baile erótico de una dama en una plataforma, acompañada de una música sensual y en un espacio especialmente diseñado para ello, fue una ocasión que me solté de la mano de mi Madre y corrí para esconderme travieso en un lugar en la Ciudad de New Orleans, en pleno Bourbon Street, EU, donde existe todo un antecedente de este rito de jazz y alcohol. Recuerdo que me impactó de maneta tremenda y me provocó susto y tristeza.

Y esos hábitos los ha vivido y tolerado una sociedad norteamericana que de vez en cuando nos deja ver hasta dónde ha llegado su degradación y pérdida de la joya de su corona: la libertad.

A finales de los ochenta, apareció por primera vez en México un “Table Dance”. Fue en Quintana Roo, en los límites del municipio de Benito Juárez popularmente conocido como Cancún. Ahí se asentó el modelo que luego fue traído a la Ciudad de México para abrir antros como “Titanium”, “Tavares”, “la Envidia”, entre muchos otros.

Y, cual metástasis de muerte, estos espacios fueron esparcidos a la mayoría de los centros turísticos del país. Al mismo tiempo que crecía el consumo de alcohol y drogas en México, lo hacía también y con la misma intensidad el consumo de seres humanos por seres humanos, que fueron engañados haciéndoles creer que trabajarían como “bailarinas artísticas eróticas”.

Tal como lo hacen las víctimas de este crimen, muchas personas son engañadas con el argumento de que estos lugares albergan a jóvenes que por su propio gusto se encuentran ahí “bailando artísticamente”, construyendo sueños desde un trabajo diferente. ¡Vaya engaño!

Como suele ocurrir con una infección que no es atendida a tiempo, el crimen de la Trata de Personas creció y fue esparcido y escalado para contar con protección de altas esferas de poder político y económico en México.

Cuando todo México tenía la atención puesta en el tema del narcotráfico y el secuestro, otro crimen peor fue sembrado, cuidado y cultivado para que arrojara una siembra de maldad y muerte como no se ha conocido en nuestro país. Así fue como creció el delito de Trata de Personas, de la mano de la pobreza moral, emocional y económica, que han propiciado los modelos de gobierno enfocados en las cifras más que en las personas.

La trata es el único crimen que destruye todos los derechos humanos de la víctima y su Familia. Hoy este delito alberga al narcotráfico, el secuestro, el robo, la extorsión, adicciones y corrupción.

La víctima de la trata no tiene derechos, ni libertades, es encerrada en un espacio donde malvive, malcome, es drogada y amenazada diariamente para que acepte vender su cuerpo bajo una máscara de sonrisas fingidas y actuaciones forzadas, sin percibir ninguna ganancia. Por eso alguna gente cree que las víctimas están por gusto en los bares, table dance o las esquinas de las calles. Desconocen por completo el infierno que viven las víctimas.

Pero usted que lee estas líneas quizás pueda imaginar el infierno que significa vivir como un esclavo. ¿Cuántos de nosotros hemos querido dejar un hábito dañino, o cambiar algo en nuestras vidas? ¿Cuántos han querido dejar una adicción? ¿Cuántos alzan la mano para indicar que en alguna ocasión han tenido que claudicar sueños o metas, debido a la pobreza? Casi siempre se experimenta el “tirón de la cadena” que nos regresa al mismo hábito, a la adicción, a la realidad de la carencia. Y se puede vivir siendo esclavo de la nicotina, el robo, la mentira, el alcohol.

Sin embargo, cada quien puede hallar alternativas para romper sus cadenas, encontrando apoyos y herramientas para que los grilletes caigan.

Pero la víctima de la Trata de Personas no puede por sí misma quebrar las ataduras y cadenas que la mantienen esclavizada. Necesita ayuda, la de usted que lee esto, la de todos.

Es por Alguien

Porque si nacemos libres, también nacemos responsables de acuerdo a Sartré. Esta hermosa palabra proviene del latín responsum, que significa responder. Adjetivamente, responder de algo o por alguien. Venimos al mundo también para estar atentos a lo que le sucede o no le sucede a mi prójimo. Tenemos derecho a ello, más que a ser espectadores regulares de crímenes atroces.

Por eso cuando seres humanos como Susana Trimarco, en Argentina, y Rosi Orozco, en México, se ponen de pie para luchar, uno es motivado e invitado a vivir una vida responsable, plena.

Susana Trimarco es la madre de María de los Ángeles Marita Verón, una joven tucumana secuestrada y que fuera obligada a prostituirse según el testimonio de testigos. Hoy le señora Trimarco es una líder que ha sido levantada para responder por las miles de hijas, nietas, sobrinas y amigas que están secuestradas y permanecen como esclavas sexuales y laborales.

Rosi Orozco es la principal y más importante activista social de la Lucha Contra la Trata de Personas en México. Pese a no ser madre, tía o abuela de alguna víctima, y a no contar con presupuesto oficial, cargo o fuero humano que la proteja, por su propia elección ha tomado la carga de pelear contra las mafias de tratantes que desde México intoxican al mundo. Pocos políticos en México podrían decir que viven lo que dicen, como Orozco lo hace desde su asociación Unidos Vs la Trata.

Y usted también puede elegir vivir responsablemente hoy. Respondiendo por lo que sucede dentro de su casa, cuidando el corazón y la mente de sus hijos para que nunca sean susceptibles de caer en las trampas emocionales de los tratantes. Y también puede responder comprendiendo a las chicas que están en la calle, en los bares, en los antros, pues 9 de cada 10 no están ahí por gusto. Se trata de la hija de alguien más, y usted puede denunciarlo, combatirlo uniéndose a los movimientos de Trimarco u Orozco. Todavía hay miles de víctimas que faltan por ser rescatadas.

Recientemente la activista social del Reino Unido, Sophie Hayes, estuvo de visita en la República Mexicana y en un evento público encabezado por el político mexicano que más combate la trata en este país, el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Angel Mancera, dio a conocer que la Ciudad de México lleva el liderazgo mundial en la lucha contra la Trata de Personas. Ni España, ni Alemania, ni Estados Unidos, ni Londres han podido tener los logros destacados que ha alcanzado la administración de Mancera, primero como Procurador de Justicia, y ahora como Jefe de Gobierno.

Días después a este informe que dejó estupefactos a varios políticos en México, el Gobierno de la Ciudad de México hizo lo que parecía imposible: cerrar uno de los más antiguos centros de alcoholismo, drogadicción y trata, el “Cadillac”, en un operativo que arrojó la detención de 80 personas, 40 mujeres y 40 trabajadores del lugar, desde el encargado hasta meseros y garroteros. 14 de estos últimos recibieron ya auto de formal prisión por el delito de Trata de Personas.

Ello motivó que diputadas de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal dieran su amplio respaldo al Jefe de Gobierno Mancera y lo exhortaron a llevar esta lucha en todas las demarcaciones políticas que conforman el DF. También pidieron al Presidente de México, Enrique Peña Nieto, a sumarse con hechos a esta lucha.

Sin Excusas

El ser Humano nace sin excusas. Solamente los intereses, carencias o las cadenas pueden hacer que levantemos excusas para evadirnos de lo que nos toca hacer.

En México la Lucha Contra la Trata continúa, sin excusas y a pesar de estas. Hay quienes cobardemente se excusan en la inseguridad pública para dejar de cumplir su obligación. Eligen el miedo.

Hay a quienes sus verdaderos anhelos políticos los excusan para comprometerse genuinamente en esta lucha de vida, y sus objetivos están más en seguir viviendo del presupuesto oficial como gobernadores, senadores o diputados, que en ayudar a las víctimas de trata.

Para otros más las excusas les son impuestas desde el bolsillo de los tratantes que los mantienen coptados, acaso en una peor situación de esclavitud que la de las sobrevivientes tratadas, pues su cadena de corrupción jamás se romperá en realidad y siempre buscarán a un amo que les arroje dinero maldito.

Y hay una estirpe de seres que, pese a toda excusa, se levantan atentos y firmes para encauzar una lucha que parecería es contra un Goliat. Y sí, esos luchadores son como ese David, aparentemente débil e inexperto pastor que, sin embargo, logró vencer a un enemigo que mantenía acobardados a los servidores públicos de aquel entonces. David pudo vencer a Goliat, no por la fuerza de sus músculos o el presupuesto de sus vestimentas, lo hizo porque su corazón siempre estuvo en vivir en Libertad, con Responsabilidad y sin Excusas.

Usted hoy puede elegir cómo vivir desde la posición que se encuentre.

Si halla un David en su interior, venga y súmese a la Lucha Contra la Trata, en Argentina, en México o en donde quiera. Pero súmese hoy.

Si fura el caso, rompa su grillete y viva libre hoy para poder llevar libertad a los demás.