«El estado actual de la industria cinematográfica es terminal»


 

Entrevista a Nathalia Videla Peña, productora audiovisual con 22 años de trayectoria en la industria. Fundó la productora Magma Cine y Movimiento Audiovisual.

Nathalia Videla Peña

Nathalia es productora en más de treinta largometrajes, series de ficción, documentales y cortos. Llevó adelante numerosas coproducciones con Europa, América Latina y USA y con destacadas empresas como 21th Century Fox, Participant Media y Movistar, entre otras. Sus películas participaron en distinguidos Festivales Internacionales, tales como Cannes, San Sebastián, Toronto, Venecia y Mar del Plata. Sus producciones fueron en tres ocasiones representantes nacionales para los premios Oscar. Fue jurado en Festivales Internacionales y concursos, y fue convocada como seleccionadora y capacitadora en Laboratorios de Proyectos nacionales e internacionales. Participa activamente en la discusión y planificación de políticas para la industria audiovisual y para el fortalecimiento de las mujeres dentro de ella.

 

¿Qué pide Acción Mujeres al INCAA?
Desde Acción Mujeres del Cine lo que le solicitamos al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales es que, luego de un año y medio de haber asumido, ponga en funcionamiento acciones concretas que fomenten la producción cinematográfica. Hasta ahora no han tomado medidas en este sentido. La acción más visible que han llevado adelante fue haber tomado la decisión de volver a los anticipos de subsidio -poniéndoles un nuevo nombre- a las películas que hayan iniciado sus rodajes este año. Es decir, separar una partida del Fondo de Fomento Cinematográfico, que ya existía, y llamarlo fondo de reactivación.

Necesitamos recuperar un INCAA que de previsibilidad, que nos permita proyectar a corto, mediano y largo plazo. Hoy eso es imposible y las respuestas siempre son evasivas. No se sabe cuál es el plan o programa actual del Instituto para fortalecer la producción cinematográfica, que ya venía muy devastada de la gestión macrista pero que ahora, al contrario de lo esperado, se encuentra mucho peor.

Entonces, lo que necesitamos es que, además de distribuir un dinero con el que ya cuenta el Instituto, generen políticas proactivas para conseguir más recursos para hacer cine en buenas condiciones, de manera que podamos volver a ser una industria pujante, federal, inclusiva en relación a los distintos modelos de producción y con perspectiva de género.

En relación puntual a las políticas de género, es de imperiosa necesidad que nos incluyan en la elaboración del nuevo Plan de Fomento, que anuncian están analizando pero en tal secretismo que imposible saber si están incluidas las necesidades de las mujeres y disidencias dentro de él (además de las de la industria en general). Sabemos que en el INCAA hay un gran grupo de valiosísimas mujeres trabajando para incluir la perspectiva de género en las políticas. Sin embargo corresponde que la conducción, responsables del nuevo Plan, nos convoque a nosotras, a las productoras y al resto de las colegas agrupadas, que somos las que día a día enfrentamos los problemas a los que nos vemos sometidas, para poder encontrarle una salida a ellos ¿No suena obvio? Tener la puerta abierta para generar reuniones no siempre se traduce en que estén activamente anunciando políticas para revertir los escandalosos números que arrojan las estadísticas.

Desde nuestra formación hicimos una propuesta integral para la inclusión sostenida de más mujeres y disidencias en la industria, que contó con más de 400 firmas. En 3 años solo conseguimos rebotar en algunas reuniones pero no logramos reunirnos ni con el presidente del INCAA anterior, ni con el actual, Luis Puenzo, para saber por qué no llevan adelante esta propuesta. La respuesta de las dos gestiones es la misma: estamos elaborando un nuevo plan de fomento que las tendrá en cuenta en un típico “estamos pensando en ustedes pero sin ustedes”. Mientras ellos piensan y no ejecutan, la brecha en el acceso de las mujeres a todas áreas de la industria se sigue ensanchando y quienes más hemos sufrido las consecuencias de la pandemia seguimos a la espera, ya no de ser escuchadas, si no de obtener respuestas.

¿Cuándo se formó Acción Mujeres?
Acción Mujeres del Cine nació en mayo de 2018, pero tuvo su primera reunión formal en junio de ese año. A partir de un encuentro, durante la campaña por el aborto legal, junto con Sabrina Farji, colega y directora, nos propusimos organizar una reunión de mujeres de la industria audiovisual, con el objetivo de analizar nuestra situación y pensar acciones colectivas que contribuyan a revertir la desigualdad y dificultades que atravesamos las mujeres en todas las áreas. En ese primer encuentro fuimos unas 10/12 mujeres de distintas ramas, decididas a trabajar y  decidimos agruparnos. A partir de ahí organizamos asambleas integradas por productoras, directoras, guionistas, técnicas y actrices y empezamos a trabajar en comisiones. Eso nos permitió recolectar datos e impulsar iniciativas que pongan en relieve el trabajo de las mujeres audiovisuales.

¿Qué pasa con el fondo de Fomento que vence en 2022?
A fines de 2017, en el marco de la aprobación del presupuesto nacional, se promulgó, muy velozmente, una ley que modifica las asignaciones específicas de impuestos nacionales dándoles de baja en 2022. Esa medida vacía el Fondo de Fomento Cinematográfico, que es el que durante años fomentó y sostuvo mayormente  la producción nacional cinematográfica y que se nutre, en gran medida, de esos impuestos. ¿Cómo? Para decirlo de manera resumida y didáctica: quienes van al cine o quienes facturan en el país con la actividad audiovisual, pagan un impuesto que, por ley, va directamente al INCAA. Por eso decimos que el cine genera su propio fondo, porque se obtiene a partir de la comercialización de la actividad. De esta manera, en las últimas décadas el presupuesto del que dispone el audiovisual para fomentar su producción contó con cierta previsibilidad. No dependió de asignaciones del presupuesto nacional, que podían cambiar con las gestiones. Esto fue lo que le permitió desarrollar y ampliar la industria en sus distintos modelos de producción, tener representación permanente y destacada en los festivales y premiaciones internacionales, además de generar empleo sostenido para la enorme cantidad de trabajadoras y trabajadores que viven de la actividad cinematográfica.

El estado actual de la industria es terminal y las consecuencias de esta inacción se ve reflejada no solo en la desesperada situación que vivimos, sino que también se verá en los resultados de los próximos años.

Una película no se desarrolla de un día para el otro y hemos perdido un tiempo valiosísimo que no nos permitió proyectar el trabajo de los próximos años. Estamos trabajando a tientas, intentando adivinar a dónde iremos a parar ya que no hay ninguna política clara de desarrollo ni a corto, mediano, ni largo plazo. Estamos a la deriva dilapidando todo lo acumulado en los años anteriores, consumiendo nuestro capital de trabajo para sostener nuestras empresas, pero aun así trabajando incansablemente, que es lo que sabemos hacer, para que nuestra actividad, pese a todo, no muera.