En México el baile fue «No Más Trata»


ColaboracionEn México el baile fue «No Más Trata»

El 14 de Febrero de 2013 marcó la iniciativa global más grande en la historia para terminar con la trata de personas y la violencia hacia mujeres y niñas.

La campaña “Un Billón de Pie”, de la…(Leer Más)

 

ColaboracionEn México el baile fue «No Más Trata»

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El 14 de Febrero de 2013 marcó la iniciativa global más grande en la historia para terminar con la trata de personas y la violencia hacia mujeres y niñas.

La campaña “Un Billón de Pie”, de la Fundación Día-V, aprovechó la fuerza de 15 años de activismo para movilizar más de un billón de personas alrededor del mundo, inspirando a mujeres y hombres en 207 países y 57 lugares diferentes en México, para unirse y expresar su indignación, y poder manifestarse, bailar y levantarse contra la trata de personas y la violencia de género.

Fue imponente, majestuoso, ver bailar ese día en la Ciudad de México, en la emblemática Plaza de la República, frente al Monumento a la Revolución en el corazón de la capital de la República Mexicana, a más de 8 mil 200 mujeres y hombres contra la trata de personas y la violencia de género. Se calcula que en todo el país fueron más de 30 mil seres humanos en este llamado. Esto convirtió a México en el país que más gente convocó en una plaza pública a bailar para esta causa.

Además fue maravilloso ver sumados a este movimiento a cientos de hombres que han decidido rechazar una histórica forma de pensar absorbida de una cultura ancestral de maltrato hacia las mujeres.

Y es trascendental que esta campaña mundial llamada “Un Billón de Pie”, impulsada por la activista social y dramaturga internacional, Eve Ensler, continua hasta este mes de marzo. En México seguimos bailando contra la violencia y la trata de personas, liderados por la líder formal de la lucha contra la trata en este país, Rosi Orozco.

NO se  puede entender el éxito del “One Billion” en México sin la participación activa y comprometida de Rosi Orozco, quien desde su organización unidoshacemosladiferencia.com activó a políticos, empresarios, líderes y activistas sociales, artistas, deportistas y líderes espirituales.

Gracias al esfuerzo valiente y decidido de Rosi Orozco, “Un Billón de Pie” unió en México a coaliciones de grupos e individuos que nunca habían colaborado juntos  con anterioridad y activó súbitamente nuevos seguidores y asociaciones, grupos de hombres que antes no se habían ocupado del tema, pero ahora ven la trata de personas y la violencia de género como un problema propio.

Se logró todo esto al mismo tiempo que se puso a la trata de personas y a la violencia hacia las mujeres en el centro de una debacle mundial.

La campaña – que también marcó el 15º aniversario del Día-V – se movilizó por lo ancho y alto de México y el mundo. Con el lema “no es una marca, sino un evento”, grupos alrededor del planeta se unieron al llamado a la acción, incluyendo comunidades marginadas como los son los trabajadores migrantes, trabajadores domésticos, indigentes urbanos, trabajadores de granjas, y los desvalidos.

Con decenas de miles de eventos – desde la escalinata del Parlamento Inglés a las calles de la Ciudad de México, desde el Puente de Brooklyn hasta los hogares en Irán, “Un Billón de Pie” fue un evento épico que se expandió durante un período de 48 horas, trascendiendo diferentes zonas horarias, y continúa vivo hoy día.

La campaña recibió el apoyo de entidades como la del Dalai Lama hasta las Naciones Unidas, se convirtió en tendencia de Twitter, e inspiró flash mobs (reuniones multitudinarias al instante) a lo largo del mundo, uniendo personas en una espectacular manera sin precedentes.

“Un Billón de Pie” se convirtió en un baile de estruendo para recordarle al mundo que la trata de personas, la violencia y la opresión en contra de las mujeres es la herida que produce todos los demás problemas en el mundo, desde la pobreza hasta la guerra, hasta la destrucción del medio ambiente, a la vez que fomenta otros delitos más graves como la piratería, el narcomenudeo y el secuestro.

Al exhorto de “No más violencia” y “No más trata”, miles de mujeres y decenas de hombres en apoyo a la causa, hicieron el “flashmob”, del tema “Romper las cadenas” (Break the chains), interpretado por la célebre cantante internacional, Manoella Torres.

Es un hecho sumamente simbólico que hayamos protestado bailando en la Plaza de la República porque de ahí parte un espíritu de lucha y unidad en todo el país: toda la República Mexicana encaminada a luchar en un mismo frente contra la trata de personas y la violencia de género.

Para los mexicanos, el Distrito Federal es referencia y caja de resonancia de lo que va sucediendo en el interior de la República. Por eso es muy importante que, social y políticamente, los hombres que bailaron junto a más de 8 mil mujeres hayan sido encabezados por el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Angel Mancera.

A fuerza de resultados, Miguel Ángel Mancera se ha convertido en el funcionario público mexicano que ha dado mayores resultados en esta lucha contra la trata en México. Lo viene haciendo desde sus tiempos como procurador General de Justicia del Distrito Federal.

Nuestro Jefe de Gobierno capitalino ha formado en el DF un equipo muy grande de personas que han sido héroes y heroínas porque han rescatado y tratado con dignidad a 325 víctimas de trata de personas.

La propia Eve Ensler conoció a una víctima que en la calle de Sullivan, en la Ciudad de México, era violada 60 veces al día. ¿Se imaginan ustedes eso amigos de Medios Lentos? ¿Podrían cerrar sus ojos e intentar viajar hacia un infierno similar?

Hoy gracias a las autoridades han sido rescatadas cuatro jóvenes del mismo tratante, porque hay un compromiso en el Gobierno de la Ciudad de México contra la trata de personas.

Ha sido estremecedor y un bálsamo para el alma haber escuchado a más de 8 mil gargantas gritar a una sola voz “¡No Más Trata, No Más Trata!”.

Y lo que sucedió en la Plaza de la República de la Ciudad de México no fue un evento aislado o exclusivo de la capital del país. Desde Baja California hasta Quintana Roo, desde la República Democrática del Congo (donde bailó Eve Ensler) hasta México, más de un billón de personas en 207 países bailaron para decir “Ya Basta, no más violencia contra las mujeres”.

Nos alienta que en su discurso ante más de 8 mil 200 damas y varones, Miguel Ángel Mancera expresó con firmeza que “la Ciudad de México ha mantenido la política de lucha contra la trata de personas y seguirá impulsándola en favor de las mujeres. Vamos a seguir en esta línea de las mujeres adultas y niñas también. Hay que cuidar la inocencia, sepan que en esta ciudad tienen un aliado para encontrar a sus familiares y lo haremos hasta que demos con ellas y rescatarlas, el rescate no se detiene, no es una tarea de un día ni de este momento”, dijo, para luego arrancar un aplauso profundo e impactante de parte de las madres dolidas que estaban ahí.

¡No podemos parar, no queremos hacerlo!

Uno podría pensar que ha sido un evento magnífico y sumergirse en un montón de felicitaciones y autocomplacencias de una zona de confort. ¡Cómo si a las miles de víctimas de trata de personas y violencia también les felicitaran o les dieran tregua!

Por eso nosotros en México nos unimos al compromiso de Medios Lentos y de los demás hermanos periodistas en América y el mundo. No podemos ni debemos sentirnos satisfechos de haber hecho tan sólo algo de lo que nos toca por levantar la voz de las que, hoy, no tienen voz, ni nombre, ni rostro.

Mientras ustedes leen esto, amigos de Medios Lentos, están violando en México a miles de jóvenes en giros negros (negocio ilegal donde se venden drogas, alcohol y seres humanos), están golpeando o amenazando económicamente a una ama de casa, o quizás amagando a una secretaria o alta ejecutiva para que, a cambio de seguir recibiendo su salario, entregue tiempo fuera de la oficina o acepte propuestas incorrectas.

¡No podemos parar, no queremos hacerlo! No está en nuestra naturaleza relajarnos, porque tampoco lo está en la de aquellos cobardes que a cada minuto están maquinando cómo secuestrar a su próxima víctima, o cómo abrir o permanecer un giro negro.

Por eso, al tiempo que felicitamos y honramos la valiosa y valiente actitud de quienes eligieron alzar su voz y hacer algo el pasado 14 de febrero, también anunciamos que redoblamos nuestra lucha con renovado ánimo, ahora en este maravilloso esfuerzo encabezado por la valiente periodista argentina, Luciana Mazza.

Es muy importante que al movimiento de lucha contra la trata de personas se estén sumando cientos de hombres, porque todos los días nuestra disfuncional cultura envía señales contradictorias sobre lo que es la masculinidad y la hombría.

Hoy en México se han levantado varones que quieren establecer nuevos estándares en la sociedad sobre lo que es la hombría, y eso es trascendental porque muchos tratantes o clientes consumidores de víctimas de trata en los bares y giros negros, fueron educados bajo este sistema de bombardeo de mensajes de lo que supondría ser un “hombre, un empresario exitoso o un joven moderno”.

Acabemos con la raíz

Si queremos acabar con la trata de personas, además de luchar contra los criminales padrotes, desde el estado mexicano de Tlaxcala hasta las ciudades de Tijuana o Mérida, también debemos combatir y arrancar la raíz del mal.

De poco servirá castigar el fruto podrido que provoca el comportamiento social de secuestrar a una menor de edad para esclavizarla, de golpear oral o físicamente a una mujer, o de creer que es normal el abandono, la ira, el desdén y la humillación en una relación, si no combatimos desde una formación con principios y valores para nuestros hijos e hijas.

Tenemos que seguir nuestra lucha y enfocarla también a educar diferente desde nuestros hogares y en las escuelas. Si queremos un México y un mundo diferente entonces debemos formar y educar ciudadanos diferentes.

La mejor manera de combatir a la delincuencia organizada es criar hijas e hijos con principios y valores, con carácter, para que no caigan en engaños y puedan decir que no a lo que no conviene y sí a lo que conviene y edifica.

Por eso, es muy bueno que más de 30 mil mujeres y hombres hayan bailado el 14 de febrero en la República Mexicana contra la trata de personas y la violencia de género, y es mejor que se hayan sumado también miles de varones porque eso da integralidad al movimiento y permite ir más profundo en la lucha.

Ahora seguimos bailando de aquí en adelante, sin parar, porque aun existen muchas víctimas que nos faltan rescatar y porque debemos construir una cultura diferente que nos lleve verdaderamente a vivir, todos, en libertad.

Es importante reflexionar que el “Día Internacional de la Mujer”, celebrado el pasado 8 de marzo, fue una jornada de reconocimiento a las mujeres, como artífices de la historia y de la lucha por su liberación e igualdad de oportunidades con el hombre.

La idea de un día internacional de la mujer surgió a finales del siglo XIX, en plena revolución industrial y durante el auge del movimiento obrero.

Es irónico que la conmemoración de un día internacional de la Mujer haya surgido en una época de florecimiento de libertades en el siglo pasado, y que en este 2013 volvamos de una manera agravada a las causas y condiciones que propiciaron el establecimiento de un día especial para las damas.

Es cruel e inhumano que hoy estemos hablando otra vez de esclavitud.

Por eso digo que de poco sirve castigar el fruto, acabemos de una vez por todas con las raíces que generan trata de personas y violencia contra las mujeres.

Es una lucha larga en la cual ya somos mayoría, y no precisamente la mayoría silenciosa sino una activa, fuerte, con voz pujante y nuevos bríos.

Seguimos ahora desde esta nueva trinchera, Medios Lentos, acompañados por un ejército de valientes periodistas convocados para sumar en esta lucha mundial contra la trata de personas.

La Lucha Contra la Trata de Personas no es una declaración, es un reto. Y hoy lo asumimos de cara a la libertad.

Gerardo González Acosta

@Maxpato