El reino de la incertidumbre


El reino de la incertidumbre

La holgada victoria ante Francia (41-13) reparó el daño de la caída en la pobre serie con Escocia (16-24 y 9-13), pero Los Pumas aún no terminan de conseguir la estabilidad que los proyecte en óptimas condiciones para el Mundial de Nueva Zelanda 2011.La noticia deterioró un poco esa sensación de alivio, de paz, que trajo el reivindicatorio triunfo ante Francia, en el cierre de una primera parte de año que sembró incertidumbre. Los Pumas están perseguidos por las adversidades, en un momento en el cual es necesario –casi indispensable- reforzar la solvencia.El diagrama de actividades del seleccionado contemplaba una concentración a mediados del mes próximo en París, pero dicho encuentro –de tres días- se canceló por cuestiones logísticas, de disponibilidad de los jugadores que se desempeñan en los clubes europeos. Esta complicación deja libre el recorrido antes del exigente tour de fin de noviembre por Italia, Francia e Irlanda.No queda otra alternativa, habrá que depender, nuevamente, de la entereza anímica de los rugbiers para competir en un escenario en el cual las diferencias –frente a otros conjuntos de elite- continúan siendo notorias.Pero apartándonos un poco de la óptica pesimista, ensayemos un balance del estado del plantel nacional conducido por Santiago Phelan, a poco más de una año del gran desafío de la Copa del Mundo en Nueva Zelanda. «Volver a ganar nos dejó una enorme alegría. A éste equipo le falta un montón. Hay que mantenerse bien, bien bajo. ¿Si apareció el equipo? Ojalá. Pero no hay que volverse locos; fue un muy buen triunfo, pero ya está, la gira de noviembre va estar muy dura y en un año se viene lo más importante: el Mundial. Hay que guardar esto (por la labor ante los franceses) bien adentro en la cabeza para que todos recordemos que éste equipo tiene que jugar siempre así, que tiene que dejar todo por el que está al lado. Lo más importante es el respeto por nuestros compañeros y mantener la cabeza muy, muy baja», remarcó Juan Martín Fernández Lobbe. Además, el tercera línea del Toulon francés remarcó que “a nosotros no nos importaba tanto el resultado; lo que nos preocupaba era que no estábamos jugando como debíamos jugar. No estábamos haciendo las cosas como lo debe hacer un grupo que representa a Los Pumas. Te repito, ojalá que no olvidemos la humildad con la que hay que jugar, lo que hay que dar por esta camiseta y lo que tenemos que trabajar. La lección es que la entrega y las ganas no se negocian», indicó.La Argentina se reencontró con su identidad, aunque todavía queda una demostración de estabilidad. Después del paso dado en junio, la gira de fin de año adquirió mayor dimensión en el terreno de las obligaciones, fundamentalmente por el corto tiempo que queda para afianzar la estructura. El calendario previo al Mundial no brinda certezas, entonces, la inminente trilogía de compromisos en el Viejo Continente resulta como una referencia excluyente para el futuro. Mario Ledesma, un referente indiscutido, fue sincero en su visión de los acontecimientos: “Tenemos que seguir pensando que somos un equipo chico. Después de lo mal que jugamos con Escocia, estábamos preocupados por salir vacíos de la cancha. Pero esta vez (en el tercer partido) fuimos más humildes, jugamos como un equipo chico y con hambre. Pero por haberle ganado a Francia no nos podemos creer nada; tenemos que seguir pensando que somos un equipo chico y hacer nuestro camino», advirtió el hooker. Las palabras de Patricio Albacete apuntaron en el mismo sentido: “Estamos convencidos de que no podemos perder la humildad, seguir trabajando de esta manera para poder ser regulares».Rodrigo Roncero, otro de los hombres con muchas vivencias en el seleccionado, decía en la previa al cruce con los ganadores del Grand Slam: “Esperemos que este equipo no tenga la recaída que existió en el Mundial de 2003; ojalá toda esta situación sirva para llegar en las mejores condiciones a 2011. Yo estoy seguro de que lo podemos revertir, porque el plantel tiene buenos líderes. Me parece que nos quedan por ajustar poquitas cosas, aunque ese poquito es un paso grande”. Los Pumas esperan, agazapados, la oportunidad para dar otro zarpazo que los rescate de la zona gris en la que se encuentran. Es tiempo de cosechar seguridad, evidencias que permitan soñar con una actuación mundialista que pueda aproximarse a la de Francia 2007.Santiago Roccetti