El país de la pobreza y la inestabilidad política


El país de la pobreza y la inestabilidad política

Aunque el devastador terremoto que asoló a Haití ha llevado sus necesidades al primer plano, la historia del país muestra que esto no es nuevo. La nación caribeña nunca ha logrado despegar: es uno de los países más pobres del mundo.La historia del Haití independiente empieza temprano. En 1804 consigue independizarse de Francia, que en ese entonces estaba gobernada por Napoleón. Esta fue la única revolución de esclavos que triunfó en América Latina.Pero el país con el que soñaron los negros, inspirados en la Revolución francesa, no se concretó. Durante el siglo XIX, las luchas internas -y una economía con pocas posibilidades de crecer- se tradujeron en una sucesión de dictadores y hasta emperadores. Estos gobiernos perpetraron varias represiones de campesinos, como la de 1844.Pero el Haití actual, con altos índices de mortalidad, de desnutrición y con problemas económicos que lo llevan a depender de la ayuda extranjera, es resultado de lo que sucedió en el siglo XX. En 1915, comenzó la ocupación directa de los Estados Unidos. Pero las cosas no cambiaron demasiado: en 1918, los norteamericanos llevaron adelante otra feroz represión que dejó el saldo de 15 mil campesinos muertos.Finalmente, luego de la crisis mundial de 1929, Estados Unidos abandona Haití, en 1934. Sin embargo, el Estado haitiano fue una sombra. En 1937, el dictador dominicano Rafael Trujillo emprendió una limpieza étnica de los haitianos que estaban en la República Dominicana. Murieron 15 mil personas, identificadas por no poder pronunciar correctamente la palabra perejil en español. Por ese motivo, se llama a este hecho la masacre del perejil. Por este hecho, Trujillo debió pagar a Haití 750 mil dólares como compensación.Luego de débiles gobiernos elegidos por la Asamblea Nacional, en 1950 comenzó una etapa de dictaduras. Siete años después, llegaría al poder François Duvalier, Papa Doc, que gobernó hasta su muerte, en 1971. Aunque llegó al poder en elecciones, apenas respetó algunos formalismos. En 1964, la Asamblea Nacional -cuyos miembros él había nombrado- lo declaró Presidente Vitalicio. Más tarde, designaría como sucesor a su hijo.Duvalier realizó su campaña en 1957 con un tono cercano a los negros e incluso a los muy difundidos ritos Vudú: él mismo decía ser un sacerdote y hasta atribuyó la muerte del presidente norteamericano John F. Kennedy a una maldición que él le había lanzado.Pese a estas primeras inclinaciones populistas, su gobierno sería de una gran dureza, persiguiendo y asesinando a sus opositores. Además, formó la milicia de los Voluntarios de la Seguridad Nacional (VSN), que además de garantizar su poder en todo el país, estaban autorizados a extorsionar a la población para obtener los fondos para su mantenimiento, ya que no recibían dinero de parte del Estado.Estados Unidos, nuevamente, brindaba ayuda militar y económica a este dictador, buscando así contrarrestar la influencia de la comunista Cuba sobre América Latina.Cuando Jean-Claude Duvalier, Baby Doc, llega al poder tenía sólo 19 años. Había sido designado para ser Presidente vitalicio por su padre y continuó con sus políticas de corrupción y terror sobre la población. Mientras los gobernantes vivían en la opulencia, Haití ya era el país más pobre de América y tenía récords de analfabetismo. En 1986, fue derrocado por una revuelta popular, debió exiliarse y el país quedó en manos de una junta militar.En 1990, llegó el primer gobierno democráticamente elegido de la historia haitiana. Jean Bertrand Aristide, un sacerdote católico, fue elegido presidente. Sin embargo, un año después sería depuesto por un golpe de Estado, y restaurado en 1994 mediante una intervención militar norteamericana. Fue sucedido por René Preval, que también es el actual presidente. En 2001, Aristide volvió a ser elegido para el cargo y emprendió un giro hacia la izquierda, o lo que Estados Unidos interpretó como tal, acercándose a Cuba y a la Venezuela de Hugo Chávez.En 2004 se produjo entonces una revuelta popular y un golpe de Estado apoyado -o al menos formalmente tolerado- por los norteamericanos, que sumergió al país en una situación caótica. En ese marco, se creó la Misión de Paz de Naciones Unidas (Minustah), que aún permanece en el país y que está formada principalmente por militares y policías latinoamericanos.El gobierno lo asumió provisionalmente el Presidente de la Corte Suprema hasta 2006, cuando se celebraron elecciones (en las que triunfó Preval, ahora distanciado de Aristide). Sin embargo, el sacerdote católico exiliado en Sudáfrica, manifestó varias veces su voluntad de regresar a Haití. El próximo 28 de febrero deberían realizarse elecciones, pero en la situación actual del país la vida de la República de Haití parece estar, otra vez, relegada a un segundo plano.Por Marcos López Beltritti