El loco lindo


El loco lindo

El 17 de mayo Luca Prodan hubiera cumplido 57 años. Desde esta sección hacemos un humilde y personal homenaje a su vida.La vida de Luca Prodan es el sueño de todo periodista a la hora de hacer un perfil. Loco, genio, amado, mujeriego, rockero, líder, carismático, extranjero, popular, drogón, poeta, viajero y muerto, porque, vamos a ser sinceros, la muerte vende y ayuda a gastar unas líneas (aunque los ídolos son genios en vida, no después). Todo eso tiene Luca, el sin “s”, como aclaraba, el estandarte del rock under de los ´80.Sin embargo, no resulta fácil decir algo acerca de su figura que no se haya dicho antes. Permítanme escribir sobre Luca desde mi relación con él. Dejen que me de esa licencia que se nos prohíbe cuando comenzamos en esta profesión.Admito que no soy el mayor de los fans de Sumo. Tengo su discografía y “After Chabón” en mi mp3, y a veces juro que de tanto escuchar algunos temas los archivos se desgastan. Decía que no soy el fan nerd de su vida y obra. Tenía dos años cuando murió y lo empecé a escuchar en serio promediando mi adolescencia. Mi vieja me cantaba Que me pisen (Llegando los monos – 1986) cuando era muy chico. Su letra me parecía divertida, graciosa y a pesar de ser un crío, sentía que había algo más en ella. Más tarde, Luca y Sumo desaparecieron de mi vida. Después de que los Beatles abrieran mis puertas de la percepción hoy vuelvo a escuchar a esa banda de un pelado que cantaba en inglés y castellano. Alguien me pasó Llegando los monos y volví a pedir que me pisen. Entendí que, para mi vida, quería cruzar con la barrera, y si me iban a pisar, allá ellos. Pero antes de seguir explorando el mundo Sumo viajé por la vida de Luca.Resulta que nació en Roma en 1953, lo que explica por qué le costaba tanto pronunciar la erre. Se hizo rajar de Italia y fue declarado (buscado por él) loco ¡loco! De verdad. Al menos para la justicia italiana era un loco. En Argentina nos dimos cuenta de que era un loco lindo.El tipo era de una familia muy rica y de renombre. Tal es así, que estudió en la Gordonstoun School con Charles Philip Arthur George Windsor (más conocido como el príncipe británico de mejor dentadura para los estandartes de sus islas: Príncipe Carlos). Se escapó de la escuela, pero había llegado a conocer a Timmy McKern. En Inglaterra probó la heroína y se le hizo una adicción. Su hermana Claudia murió de una sobredosis y él quiso dejar esa droga. Justo en ese momento recibió una carta de Timmy, con una foto de la casa de campo de su familia en las sierras cordobesas, y algo de ese paisaje lo atrajo. Cayó en Argentina en 1981. Conocido es por todos que luego se mudo a Hurlingham, al Abasto, a Alsina 451, a todos lados.Luca era un poeta. Al igual que los grandes letristas del tango, Luca sabía rescatar la esencia de la calle, la vereda, el Bondi, la esquina, el subte, la noche, la mina, el chupi, la droga, la música, el todo. El lunes 17 de mayo hubiera cumplido 57 años. Un pibe, como cuando se fue.Una de las cosas que más me maravilló de él es que podía atraparte con sus letras, entrevistas, música o vida. Era espontáneo. Pero no era un militante de la espontaneidad. Su espontaneidad no nacía de un convencimiento del valor de esa cualidad animal. Justamente, era espontáneo porque era espontáneo. Un loco, genio, amado, mujeriego, rockero, líder, carismático, extranjero, popular, drogón, poeta, viajero y el muerto más vivo de todos.“O sea que estamos casados en beneficio mutuo. Para divertirnos con la música, para ser creativos con la música, y para ganar guita para poder vivir y comer. Y entonces, si nos peleamos se caga todo. Y más para ellos, porque si yo me voy de Sumo, si yo me enojo con ellos… Ese es mi poder en Sumo: si yo me voy, no existe esto. Yo soy el que es más carismático y el que habla más y el que le da más bola a la gente. Los otros, directamente… Pettinato se hace el agrandado… Vos me parás a mí, pero si vos parabas a Pettinato en la calle, por ahí te miraba mal, con desprecio. Esa es la diferencia”.Luca ProdanPor Nicolás Melandrinicolas@medioslentos.com