El fin de un país


El fin de un país

“El fin de la historia”, se dijo luego de la miseria y dolor que generó la Segunda Guerra Mundial. Decían que luego de los seis años más oscuros del siglo XX no se podría hacer arte. Estábamos ante el fin de la historia. Lo cierto es que la historia siguió, se hizo arte e incluso sobre la guerra. Relatos históricos, historias de amor, parodias, humor negro, retratos, etc. Para un país que tiene una historia escrita sobre miseria, ¿es su fin? ¿Cómo recordaran los cantantes los días de enero de 2010? ¿Habrá una nueva Anna Frank?10 años dicen que se tardará en reconstruir Haití. ¿Qué es reconstruir el país más pobre de América? Si se habla de reconstrucción no es por las muertes ni las casas destruidas, sino porque no tienen parlamento, moneda, casa de gobierno, hospitales, etc. Parece obvio, y lo es, pero ese es el motivo del uso de la palabra reconstrucción. Porque las muertes, la violencia, el hambre, la sed y el tráfico de personas, hace mucho tiempo que ocurren. Nunca murieron tantos tan rápido, pero Haití es un cuerpo que sabe de tragedias.Entonces: ¿reconstruir qué? ¿Cómo lo van a dejar? ¿Es una acción humanitaria o una oportunidad para dejarlo como queremos? Lo cierto es que cuando hay cadáveres en la calle, sólo los buitres se benefician.El arte es una manera de darle forma a sentimientos que queremos expresar. El arte no cura heridas ni es la respuesta al por qué de las cosas. Sirve para sacarnos pesos de encima o poder acercarnos a cierto grado de comprensión de La Cosa. Poco y nada se conoce de la cultura haitiana y tal vez así se mantenga por mucho tiempo. En algún momento, y parafraseando a Los Redondos, irán salando las heridas. Pero eso llevará tiempo, mucho después de que Bono, Federer, usted, vos, yo, la FIFA y cualquier otra persona o entidad se olvide del país más pobre de América. Como siempre fue.Por Nicolás Melandri