El deporte: un lenguaje universal


El deporte: un lenguaje universal

Francia no está únicamente dividida en norte y sur culinaria y climáticamente. En términos deportivos, y a groso modo, se puede identificar al norte como la región del fútbol y al sur como el territorio del rugby. Toulouse, si bien cuenta con un club de fútbol en primera división, el TFC, es sobretodo una ciudad de rugby. El “Stade Toulousain” es uno de los clubes más importantes de Europa, ya que ha ganado 17 títulos en el Campeonato Francés (Top 14) a lo largo de su historia y ha salido campeón en 4 oportunidades de la Copa de Europa (Heineken Cup). En 2010 levantó por última vez este trofeo y la fiesta que se vivió en la plaza del Capitole fue impresionante. Las calles se poblaron de “supporters” (hinchas) y los colores rojo y negro vistieron la ciudad. Si bien no practico el rugby como deporte, cuestiones de la vida me han llevado a conocer sus reglas, los cánticos de cancha y hasta animarme a formar parte del insulto general al árbitro si dejó pasar un tackle alto o no marcó el knock-on del medio scrum. Espectadores de todas la edades, nacionalidades, tamaños, colores y estilos acuden cada fin de semana a los partidos. No importa si el que está sentado al lado nuestro habla la misma lengua, es indudable que en algún momento del encuentro un intercambio de miradas o palabras se va a producir. El “allez Toulouse, allez Toulouse” no puede faltar…evidentemente la energía no esta puesta en la elaboración de las letras sino en la fuerza con la que se las canta.Lo más extraño no es el hecho de que no haya alambres que separen el terreno de juego de las tribunas o que la cancha sea un lugar donde los extranjeros nos sentimos cómodos ya que compartimos “un lenguaje único” con el resto. Lo que más shockea es que entremos al estadio todos juntos y nos sentemos todos juntos, los hinchas mezclados al punto de que en una tribuna podamos formar una paleta entera de colores.  ¿Como puede ser que los hinchas del equipo contrario aplaudan a nuestro pateador cuando mete un penal? y ¿Cómo el estadio entero se levanta y aplaude a un jugador, sin importar a qué equipo pertenece, cuando sale lesionado de la cancha?. Es algo raro…parte cultura del rugby, parte cultura europea.El rugby en Toulouse es una fiesta, es verdad que a veces el ambiente es demasiado tranquilo para nuestro gusto pero da placer ver como las familias enteras asisten a una cancha junto a 20.000 espectadores. Existe hasta un espacio reservado para los más chiquitos en donde los padres pueden dejar a sus hijos en manos de animadores responsables para poder mirar el partido tranquilamente entre adultos. Da gracia ver como centenares de nenitos arrancan una ola o la canción que luego todo el estadio corea.Para los aficionados del deporte que planean pasar por el sur de Francia les recomiendo vivir, aunque sea una vez, esta enriquecedora experiencia. Los precios de las entradas arrancan en los 10€ y el show, aunque hablemos español, portugués, alemán o inglés, está 100% garantizado. Más que el amor como lenguaje universal, en este caso, es el deporte.AutorFlorencia Gaudenziinfo@medioslentos.com