D-Generación (citando al gran Kevin Johansen)


D-Generación (citando al gran Kevin Johansen)

Esta generación, que aunque les duela admitirlo, no tiene colores políticos, no lucha contra un gobierno de izquierda o de derecha, lucha contra un sistema viciado. Ya es hora de que se dejen de colgar de los que hoy se manifiestan para sacar provecho y levantar ideas decadentes.

Escuchando un colega referirse a los jóvenes que protestaban por la educación, como niños mal criados que no saben lo que hablan,  argumentando que sus principios y peticiones eran tan absurdos como sus marchas, me di cuenta de la crisis en que se encuentran las bases de la sociedad, del cambio que se está produciendo y del que debemos reflexionar para así poder admirarlo.

Lejos quedó la Generación X, aquella generación que nace siendo parte de una problemática en los Estados Unidos, ante la cual, por primera vez la estabilidad social mundial producía un efecto negativo en los jóvenes, “no había por qué luchar”.Esta crisis se vio reflejada en su forma abúlica de mirar el mundo, una apatía ante todo y todos, la cual se vio reflejada en un disconformismo que marcó el cambio generacional en la década de los ´80 y ´90.De la llamada Generación X nacen movimientos como el grunge, donde la rebeldía de garaje se tomaba el mundo, los ideales se perdían, las religiones se alejaban, el mundo parecía un lugar sin sentido.En Latinoamérica, como siempre, este movimiento llegó más tarde, adoptando una sensación que también sentía profundamente la estabilidad en lo político, con la consolidación de la democracia y la estabilidad económica. Un país luchando por años para lograr un movimiento de jóvenes que se aburrió, que no compartía los ideales de sus generaciones anteriores, que no tenía mucho por qué levantarse a pelear, ni en qué creer, que miraba televisión y se disgustaba por todo cuanto le rodeaba. A ellos se los llamaría posteriormente la generación del “no estoy ni ahí”, mostrando parte de la características que tenían; disgusto, individualismo y falta de emoción ante lo bueno o malo que los rodeaba.Si analizamos en mayor medida el por qué del actuar de esta generación, caemos en que pasa a ser una generación víctima del consumismo de la época. El bienestar y el equilibrio traía algo desconcertante para muchos: “no todo es dinero”, “tu estabilidad económica y tu consumismo es vacío y da asco”, frases que podíamos encontrar en canciones de grupos íconos como Nirvana, quienes llevaron al grunge al auge que tuvo en el rock internacional.Entendiendo como se comportaban en esa época podemos darnos cuenta que la generación que hoy vemos es totalmente distinta, la de hoy también conocida como Generación Y, es una generación que nace en una época en que se producen grandes cambios mundiales, caen los últimos paradigmas sociales, el mundo parece olvidar el pasado caótico y mira un futuro basado en la tecnología y la gran cantidad de información. La sociedad está más informada que nunca, y la educación empieza a quedar atrás ante tanto cambio vertiginoso, no logra asimilar que ahora los alumnos aprenden lo que quieren, donde quieren y como quieren, que ya no son el estudiante que llegaba sin saber, para aprender todo lo que hablaban los profesores, sino que son los que llegan con teorías que quieren potenciar o reafirmar, buscando orientadores y no maestros absolutistas.El reflejo de esta generación que hoy “está ahí”, es la crítica con la cual se han plantado ante la sociedad que antes los ignoraba, vuelven a tener un porqué luchar, quieren que las cosas mejoren y quieren ser parte activa de lo que pasa alrededor de ellos, no sólo para estar presentes sino porque saben.Esta generación marcada por la música callejera, por el hip hop, por el nuevo auge del graffiti, es una generación que no dejó de ser conformista, que sale a la calle, si es necesario en pie de guerra para proteger lo que creen o acusar lo que ellos encuentran incorrecto, porque no van a aceptar un no por respuesta, se acabó el porque si, el porque no.Esta generación en Latinoamérica es conocida como la generación de los movimientos estudiantiles, aquel grupo de jóvenes que pusieron en jaque a los distintos gobiernos, demostrando que estaban unidos, que sabían de lo que hablaban y que se cansaron de una decadente clase política. Esta generación que aunque les duela admitirlo, no tiene colores políticos, no lucha contra un gobierno de izquierda o de derecha, lucha contra un sistema viciado, y es hora de que se dejen de colgar de los que hoy se manifiestan para sacar provecho y levantar ideas decadentes.Esta generación ha provocado un cambio radical en las bases de la sociedad, porque es una generación que se cuestiona, y lo más importante es que actúa. Hace algo por lo que siente, busca ideales constantemente, busca un futuro mejor. Se equivoca muchas veces, pero se levanta una y otra vez a pesar de la brutalidad con la que actúan nuestras asustadas autoridades, que ven en niños y jóvenes una sociedad con mayor conocimiento, que no va a aceptar como antes, los abusos y las faltas éticas de quienes nos gobiernan.Quiero terminar recordando las palabras de ese profesor universitario que menoscaba lo que hoy pasa con sus comentarios retrógrados, y es que quizás esta generación no tenga la verdad, quizás sus fundamentos no sean sólidos y sus propuestas muchas veces se equivocan, y que sus pulsiones los lleven a cometer actos que no miden, pero créanme, que cualquier sociedad, cualquier persona, prefiere gente despierta, con una mirada inquieta, una sociedad que busca constantemente mejorar.Esta generación me ha enseñado que prefiero un alumno que se levante y cuestione lo que le estoy diciendo, a un bucólico estudiante perdido en un limbo sin emociones. Prefiero mil veces un joven que salga a la calle a protestar por lo que cree a una generación autodestructiva sin visión de futuro.Es por todo esto, que esta generación tiene todo mi apoyo, porque creo que de acá saldrán líderes, de distintas ideologías, con distintas creencias, pero con más corazón, con mejores ideales, y con un gran y admirable espíritu de lucha. Se acabaron los abusos y las injusticias, hoy hay una nueva generación en el continente, y se merece una mejor orientación, merecen una verdadera educación. AutorGonzalo Larenas Crichtoninfo@medioslentos.comTwitter: @gonzalolarenas