Aprender a vivir en nuestra tierra


Aprender a vivir en nuestra tierra

 “La tierra es móvil, entonces hay erupciones de volcanes y hay terremotos. Los hubo, los hay y los va a haber siempre, tenemos que convivir con eso”, explicó Corina Risso, doctora en geología de la Universidad de Buenos Aires y especialista en vulcanología, quien además desarrolló lo que sucede en Islandia con el volcán bajo el glaciar “Eyjafjallajokull”, que está generando derretimiento de hielos que llevan a inundaciones y suspensión de vuelos en los aeropuertos de Europa, por la nube de ceniza volcánica que por los vientos llegó a esas zonas.“El volcán de Islandia está haciendo una erupción del tipo estromboliana que libera una lava de tipo basáltico, negra y muy fluida, que sale muy fácilmente. Es una erupción tranquila. Lo que hizo fue calentar y derretir el hielo y eso es lo que causa las inundaciones. Por otro lado, sale una columna de ceniza volcánica que no es muy alta, en este momento tiene alrededor de 3.000 ó 4.000 metros que no es demasiado, pero que el viento dominante se la lleva para Inglaterra, Escocia y ellos son los más afectados”, detalló la Dra. Risso, quien además es presidenta del subcomité de IAVCEI (Asociación Internacional de Vulcanología y Química del interior de la Tierra).Risso, que ha estudiado situaciones similares en la Antártida Argentina, donde también se encuentran volcanes que hacen erupción en contacto con glaciares, destacó que entre los especialistas en el tema se discute si las medidas tomadas en los aeropuertos europeos fueron o no exageradas. A su vez, comentó que aún están tratando de calcular cuál es la cantidad de ceniza que tiene que haber en el aire para que sea necesario cerrar el aeropuerto.Respecto a la ceniza, la doctora expuso que: “Las cenizas están formadas por vidrio volcánico y este tiene un punto de fusión de alrededor de 1.000 grados. Esa misma temperatura hay dentro de una turbina, entonces si la ceniza se mete dentro de la turbina se funde. El problema es que son abrasivas y seguramente van a esmerilar el vidrio de las ventanas del avión pero no es tan grave como el hecho de que entre la ceniza en la turbina y pare el motor. El gran problema es que cuando los aviones están muy lejos del volcán, el piloto no se da cuenta que está dentro de la nube volcánica, parece una bruma”.En cuanto a los terremotos ocurridos en el último año, la geóloga afirma que es completamente normal, y que eso asustó a la población porque fueron tres terremotos de magnitudes muy altas pero no superan las estadísticas de los años anteriores. No hubo un aumento de movimientos sísmicos. “Tuvo este impacto porque hay más población y los medios de comunicación en otra época, hacía erupción un volcán en Indonesia y te enterabas una semana después. Ahora, está haciendo el volcán erupción y a los dos minutos ya está en todos los medios de todo el mundo. Todo eso lleva a que todo parezca más pero en el fondo es normal”, subrayó Risso.En la tierra existen alrededor de 550 volcanes activos. Las placas tectónicas van a continuar en movimiento y la población mundial deberá adaptarse a los efectos de estos fenómenos y estar preparada para ellos. Los científicos aseguran que estas situaciones no implican un avance hacia el tan mencionado “ fin del mundo”, sino que las repercusiones sociales que se están generando y el avance en las telecomunicaciones, hace que parezca algo anormal cuando en realidad es lo que la tierra viene haciendo desde su origen y seguirá haciendo sin posibilidad de detenerla.AutorDaniela Raschcovskydaniela@medioslentos.com